Shelley (Ali Abbasi, 2016)

shelley

Elena es una joven rumana que trabaja de asistenta del hogar para un matrimonio que habita en un caserón en medio de la nada, ajenos a cualquier avance tecnológico ni siquiera haciendo uso de medios tan elementales como la electricidad o el agua corriente. La joven pronto descubrirá que la esposa no ha podido cumplir una de sus mayores esperanzas vitales: ser madre; por ello, Elena se convertirá en un vientre de alquiler a cambio de una importante cantidad de dinero. Lamentablemente, el embarazo comenzará o originar una serie de extrañas circunstancias y sensaciones, que enturbiará peligrosamente la existencia de los tres personajes… 

vlcsnap-2016-11-13-16h14m26s635

Shelley es un film que se propone ante todo el conseguir una profunda sensación de perturbación y angustia en base a una paulatina densidad narrativa. Para ello, el realizador Ali Abbasi escogerá un enclave rural que cerca con confesa opresión (un profundo terreno danés frondoso de lúgubre postal  melancólica) con una narración lenta de implícita siniestralidad, que conllevará una constante sensación de fatalidad que será más confesa a medida que avance el metraje. A su favor señalar que en ello no se basará en artificiosos momentos de impacto o conmoción visual, si no en la construcción de una atmósfera de reclusión, un arma narrativa de difícil consecución y que en un primer tramo la película apadrinará una entidad hacia el horror más ligada al suspense que al artificio, al más puro estilo de una malignidad compacta de otras obras con las que se ha comparado a esta Shelley, como la mismísima La semilla del diablo (1968) de Roman Polanski a la que ya se hace un guiño explícito en su póster. Lamentablemente, y aunque el director triunfe en lo más complicado como es el englobar en este terreno rural aislado una opresión escénica de gran acabado, seca y distante, tanto como los diálogos ásperos de sus propios personajes, Shelley patinará a partir de su segundo acto en un estancamiento narrativo del que se ve incapaz de salir, respetando los preceptos establecidos de presión climática aunque sin reconducirlos a una conclusión lógica. Como suele ocurrir en estos casos, Abbasi tirará por la consecución de un desenlace abrupto, de pretendida sordidez, así como de una ambigüedad que dejará un regusto amargo ante los previos planteamientos de la película.

vlcsnap-2016-11-13-16h13m24s624

Cabría destacar  también una importante carga de los personajes, mucho más debida al propio ímpetu de los intérpretes (especialmente, y la película ofrece parte de su peso en ella, a la joven Cosmina Stratan) que a al propio producto (Abbasi pone su energía en la no fácil consecución del tono opresor), así como la relevante presencia de su entorno rural, muy propio de la fría cinematografía danesa; junto a la impasible narrativa se consigue una película ruda, distante en sus formas, que hace que el espectador obtenga un grado de compromiso extra para dejarse embaucar por la historia. Como apreciación relevante señalar que se logra obtener una buena conexión entre el drama y las dosis de fantastique (de las que se podría haber esperado una furia extra por parte del director), todo ello envuelto de un trasfondo milimetrado con mucho interés, aunque la inexperiencia del director acabe por prescindir de una visceralidad aquí necesaria debido a los derroteros que su película le va exigiendo.

Saludos desde el Gabinete, camaradas.

vlcsnap-2016-11-13-16h15m07s994

vlcsnap-2016-11-13-16h17m03s484

2 comentarios en “Shelley (Ali Abbasi, 2016)

  1. Sí, claramente el director se apunta a ese horror tan de los 60/70 de engendrar un mal etéreo y de tinte fantasmal que choca frontalmente con los anteriores preceptos del terror, más ligados a la figura del monstruo físico y tangible. Quizá en esto «Shelley» quede a medio camino, pero su propuesta en términos generales encandila.

    Saludos, Batemann!

Deja un comentario