Secuela directa de una de las películas ambientadas en Halloween por antonomasia, La Noche de los Demonios (1988), clásico inolvidable del terror de su década y que era continuada de forma tardía en pleno decenio de los 90. Con la particularidad de seguir fiel al estamento de la obra previa en esa forma de conjugar horror clásico (posesiones por parte de demonios del averno) con un fino sentido del humor por el que derivó gran parte de la producción de los 80, esta segunda parte llama la atención por su lealtad a esta diatriba en una época donde precisamente el horror estaba sufriendo una caída libre. Faltaban aún dos años para que Scream (1996) revitalizase el género con el resurgimiento del Slasher.

Proponiendo una línea argumental continuista, La Noche de los Demonios 2 se ejecuta baja la sombra, en espíritu, de ser un remake de la primera entrega, copiando la premisa de un grupo de jóvenes estudiantes (en este caso con colegio de monjas de por medio) que escapando a una fiesta de Halloween organizada por el propio centro docente, acabarán en la mítica funeraria de Hull House donde tendremos el retorno de la ya inolvidable Angela en búsqueda de almas jóvenes que perturbar y destrozar. El film sorprende por ser una secuela totalmente efectiva rescatando tanto el eje argumental como el sentido por el entretenimiento de su predecesora, asociando los tópicos del cine horror de tinte adolescente de la época de aquella y conformando una curiosa revisión de los mismos años después. La clave estará en que la cinta apostará por un terror sin grandes querencias, adoptando para sí la atmósfera de la película original y centrándose, como en la cinta previa, en la espectacularidad plástica de sus escenas clave (el maestro de los efectos Steve Johnson repetirá aquí) en un sentido jocoso del género. Regala además una curiosa inmersión «eclesiástica» en la lucha contra el mal con una conclusión exacerbada, pero fijada como una evolución lógica para/con el peso de esta saga en el fantástico.

Dirige Brian Trenchard-Smith, realizador sumido a la industria del videoclub en los 80 y posteriormente a la televisión, con un comeback maravilloso como es el de Amelia Kinkade como Angela (icono inseparable de la saga) y la participación de la posteriormente más conocida Christine Taylor (futura mujer de Ben Stiller), así como de dos rostros populares para el género prácticamente por esta película: Cristi Harris, la voluptuosa musa Zoe Trilling (quien venía de trabajar con Tobe Hooper en Terror sin fin [1993]) y Jennifer Rhodes, la peculiar monja que tendrá excelso protagonismo en el fin de la trama. La Noche de los Demonios 2 tuvo un estreno muy limitado en salas comerciales, para ser explotada mayoritariamente en el mercado de vídeo. A destacar la inclusión en la película de algunos temas de una de las más prolíficas banda en el death metal, Morbid Angel. Respecto a su ambientación en Halloween, la festividad aquí se promulga al igual que en la primera película como un marco de atmósfera clave para el desarrollo de la trama.

Saludos desde el Gabinete, camaradas.