Ya con Sidaris con la idea de unir todas sus películas en un único universo, tras Hard ticket to Hawaii llega Picasso Trigger, que sigue las aventuras de la pareja de agentes formada por Donna y Taryn. En esta ocasión el punto de partida es el homicidio de un agente secreto llamado Alejandro Felipe Salazar (apodado «Picasso Trigger»), asesinado en la exposición de un museo parisino. Tras este crimen está un malvado delincuente llamado Miguel Ortiz, quien tiene como objetivo de aniquilación al comando L.E.T.H.A.L. ya que nuestras espías favoritas mataron a su hermano en la anterior película. Movido por la venganza, el malvado criminal tramará un ataque perpetuo hacia Donna y Taryn, intentando eliminarlas en todo momento. Por ello, L.E.T.H.A.L. se reunirá para acabar con las maniobras malvadas de Ortiz, creando una nueva ola de aventuras repleta de aviones teledirigidos, persecuciones, muchas explosiones y, por supuesto, nuestra pareja de esculturales heroínas jugándose el tipo ante musculosos efebos.
Picasso Trigger es una película importante en la obra de Andy Sidaris por establecer de manera clara su intención de crear toda una saga abordando las aventuras del comando protagonista. Aquí, haciendo aún más patente un argumento continuista (mucho más evidente que en la supuesta continuación que Hard ticket to Hawaii era para Malibu Express), vuelve a ofrecer más de lo mismo, aunque las aristas caricaturescas que siempre han rodeado su cine empiezan a estar más clarificadas. Una línea de humor respecto a la acción, que se conjuga en equilibrio en una tonalidad implícita que convierte a sus obras, y a Picasso Trigger en particular, en unas aproximaciones al género muy respetables. Un guion que vuelve a titubearse abriendo ramas argumentales y algún que otro giro rocambolesco, vuelve a ser la excusa para crear un puñado de escenas de acción en un contexto estrambótico y desprejuiciado; o, lo que es lo mismo, la fórmula Sidaris, que aquí ya asienta en su universo la Agencia L.E.T.H.A.L., formada básicamente por mujeres voluptuosas y macho men culturistas. Afortunadamente, la pareja formada por Donna y Taryn, ya un emblema del sello Sidaris, se llevan gran parte del protagonismo, al mismo tiempo que la representación heroica masculina, el agente Travis Abilene, se inmiscuye en una historia de amor con otra de las espías de la función, Pantera. La historia que se desarrolla en torno a grupos criminales con intereses ocultos, dobles identidades y aviones teledirigidos con explosivos, puede llegar a ser confusa e incluso algunas veces increíble (un giro final «sorprendente» y que rápidamente se ve venir…), aunque el film esté narrado con la suficiente agilidad como para que entretenga en sus 95 minutos, duración estandarizada ya en la franquicia «Triple B». Nuevamente la región de Hawaii vuelve a ser la localización principal, aunque supone un soplo de aire fresco las leves apariciones de ubicaciones como París, Texas o Las Vegas, en una cinta que en comparación con el resto de la filmografía del cineasta, se percibe como algo más cohibida en sus excesos eróticos; quizá Sidaris, en plena ebullición de su obra, intentó crear un producto más equilibrado para optar a un tono más ligado al actioner convencional de la época. No obstante, en sus posteriores trabajos, Andy volverá a dar rienda suelta a sus filias, justo cuando se dé cuenta de que sus películas serán recibidas por el público como un género en sí mismo.
Dona Speir y Hope Marie Carlton repiten sus papeles de Donna y Taryn, afianzando una dupla esencial en esta saga. Steve Bond (un aspirante a estrella que llegaría a trabajar poco después con Sergio Martino en Spiando Marina []1992) es una de las nuevas incorporaciones de Picasso Trigger, aunque nunca más volvería a trabajar con Sidaris; su personaje, Travis Abilene, vuelve a ser un guiño al universo expandido del director, ya que en Malibu Express teníamos a Darby Hinton como Cody Abilene y en Hard ticket to Hawaii a Ronn Moss como Rowdy Abilene. ¿Triada de hermanos Abilene o apellido en clave utilizado por la agencia?. Sólo Sidaris lo sabe. Además de actores fetiche para el director como Rodrigo Obregón o Bruce Penhall (quien a partir de la siguiente película tendrá su propio personaje, Bruce Christian), las carátulas de VHS de la época prometían la aparición en la cinta de hasta siete Playmates de Playboy, y estaban en lo cierto: además de Speir, Carlton y Cynthia Brimhall, por Picasso Trigger también desfilarán los esculturales cuerpos de Kym Malin, Patty Duffek (con su personaje Pattycakes, venido de Hard ticket to Hawaii), Liv Lindeland (repetirá con Andy en Guns [1990]) y la gran incorporación femenina al universo Sidaris desde esta película: Roberta Vasquez (vista en El Principiante [1990] de Clint Eastwood) en el rol de Pantera; Vasquez será en siguientes entregas de L.E.T.H.A.L. la agente Nicole Justin, que acompañará a Donna tras el abandono de la saga de Hope Marie Carlton.
Para finalizar, otro apunte más que conecta las películas de Sidaris: Richard LePore interpreta al profesor de una obra previa y germinal de Andy, Seven (conocida en España como Los siete profesionales), lo cual extraña ya que un póster tanto de esa película como de Malibu Express aparecen en Hard ticket to Hawaii . ¿Formará parte Seven del universo L.E.T.H.A.L.? ¿Sí? ¿No? Ahora mismo, ya da igual. Rodada en verano de 1987 (ampliamente en la región hawaiana de Moloka’i, otra marca de la casa), se estrenó en Estados Unidos en Febrero de 1988, siendo posteriormente todo un clásico de los videoclubs y los pases televisivos de medio mundo. Pases en horario nocturno, claro está. En España recibió el título de Operación Venganza para su edición en VHS.
Saludos desde el Gabinete, camaradas.
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