
Punto de inflexión importante en la obra de Andy Sidaris. Como añadido a los leves síntomas de decadencia mostrados en las recientes películas, motivados quizá por el cambio de registro que parecía vivir la acción ya entrada en la década de los 90, Fit for Kill se puede considerar como la última gran obra representativa del director. Además, su musa número uno e intérprete principal más recurrente, Dona Speir, abandonaba su carrera como actriz dejando huérfana a la saga de su rostro más simbólico y recordado. Sigue leyendo





