El crepúsculo de Summer (Lee Demarbre, 2009)

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La premisa de la aquí llamada El crepúsculo de Summer (Summer’s Blood en el original) es tan perturbadora que bien podría hacer inspirar en el espectador más retorcido una historia asentada en ciertos estigmas de la sociedad (contra)cultural. La trama se centra en una chica llamada Summer (Ashley Green, parece ser que conocida por la saga Crepúsculo, bravo por el traductor del título) que busca a su supuesto padre, y que tras un fortuito encuentro con un joven apuesto y una serie de vicisitudes, acabará en una casa donde el  galán tiene secuestrada a una bella damisela. Todo envuelto en un embrollo de familia disfuncional y con aparente sorpresa en un pseudo twist intermedio, el entramado se complicará hasta la vuelta de un patriarca familiar interpretado por Stephen McHattie, ese que algunos conocemos con el Lance Herikssen de clase baja, pero cuya enigmática fisonomía con turbia interpretación incluida hace que este film realce el vuelo en su tercio final.  Sigue leyendo

Jesucristo Cazador de Vampiros (Lee Gordon Demarbre, 2001)

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Tras el esperanzador y fascinante título de Jesucristo Cazador de Vampiros se esconde una película de Serie B que se compromete con dicha etiqueta fílmica hasta los extremos. Y más aún cuando el cine de bajo presupuesto parece auto envolverse de unas narrativas más propias de un «auterismo» desmesurado que, igualmente respetables, parecen alejarse de los cánones más desprejuiciado del cine modesto, que en muchas ocasiones utilizan su ya preconcebida marginalidad para ofrecer piezas fílmicas más subversivas provocadoras y viscerales. Lee Gordon Demarbre, perfecto conocedor de la cinematografía de subgéneros más underground, parece tener bien claro esto, y lo demuestra con una premisa locura, bizarra, provocativa e ilusionante: tenemos a Jesucristo en su segunda venida a la Tierra, que antes de prodigar sus pensamientos se enfrenta ante una serie de impedimentos con los que ha de lidiar en todo tipo de acciones; luchará contra una horda de vampiros que atemorizan a la población, algo que obligará a nuestro héroe a solicitar la ayuda del luchador enmascarado más popular de la contracultura: El Santo.  Sigue leyendo

Express Reviews: «Beyond The Gates», «Fender Bender», «La autopsia de Jane Doe»,»The Windmill Massacre»

Beyond The Gates (íd, Jackson Stewart, 2016)

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Como otro de esos proyectos que parecen iluminar el actual fantástico de continuas ínfulas a cinematografías de décadas antecedentes, el debutante Jackson Stewart pronto se postula en hacer un extraño pero fascinante conglomerado entre la estética ochentera lumínica/sonora y un ambiente del imaginario retro metiendo de lleno en la trama un añejo videoclub de barrio y los juegos interactivos de temática terrorífica. Dos hermanos se encuentran en el negocio familiar de su fallecido progenitor y en él descubren un misterioso juego que viene presentado por una maestra de ceremonias que hace a los protagonistas una serie de indicaciones que acabarán en siniestros acontecimientos.  Sigue leyendo

Cromwell, el rey de los bárbaros (Albert Pyun, 1982)

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Publicada originalmente en Cine Maldito

A principios de los 80, la espada y brujería, género de referencia de la literatura pulp y el cómic underground, sufrió en la gran pantalla un agradecido e inesperado resurgimiento. Dentro de aquella ola, quizá originada por el estreno de Conan el Bárbaro en 1982, también destaca entre la memoria del aficionado un curioso émulo del film de John Millius  (probablemente no premeditado, ya que ambas películas son del mismo año) llamado por nuestros lares Cromwell, el rey de los bárbaros, libre traducción del original y más perspicaz The Sword and the Sorcerer. Este estará dirigido por Albert Pyun, ese  hawaiano afincado en Estados Unidos que hizo de la Serie B norteamericana un filón de oficio y devota artesanía, surcando todo tipo de géneros en una dilatada carrera casi siempre avocada a la distribución minoritaria y a los bajos presupuestos, coqueteando incluso con la Cannon de Golan-Globus y la Full Moon de Charles Band, nada más y nada menos. Cromwell, el rey de los bárbaros sería su ópera prima, que nos sitúa ante el malvado caballero Cromwell (dramatizado por el icónico e inolvidable Richard Lynch) que acompañado de la leyenda de un brujo malvado presentará batalla de conquista ante una tierra indefensa; un anónimo héroe, Talon (el olvidado Lee Horsley, rescatado recientemente por Quentin Tarantino), intentará que el malvado Cromwell no lleve a cabo sus planes entre los que se encuentran también el secuestro de  una joven damisela.  Sigue leyendo

¡Tintorera! (René Cardona Jr, 1977)

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Publicada originalmente en Cine Maldito

Cineasta maldito, olvidado y hasta relativamente denostado, René Cardona Jr. es pese a quien pese una de las figuras más importantes de la industria del cine mexicano. Hijo del también director y actor René Cardona, el clan familiar dejó una importantísima huella dentro de la cinematografía azteca. Ya sólo el pequeño de los Cardona dejaba tras su muerte en 2003 un legado de un centenar de películas dirigidas, auspiciadas por una lucha infatigable hacia la erupción del cine de géneros de su país. Luchadores infatigables y supervivientes del bajo presupuesto, la importancia de los Cardona a día de hoy trasciende sobre la calidad de sus películas o lo chusco de sus propuestas. Su huella es cada día más reconocida por impulsores del cine “guerrillero” popular, tremendamente prolífico y con una pasión exacerbada por la cultura propia dentro de un estilo sencillo pero eficaz y enérgico.  Sigue leyendo

La novia del Diablo (Terence Fisher, 1968)

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Publicada originalmente en Cine Maldito

El satanismo ha sido, desde los primeros años de la historia del cine, una de las temáticas más recurridas y necesarias dentro del cine de terror. Häxan (1922) de Benjamin Christensen sería en el año 1922 una de las primeras aportaciones que se conocen del llamado cine satánico, aquel que alberga en sus contenidos todo lo concerniente a las misas negras, brujería o al ocultismo en términos generales, siempre con la figura del Diablo o Anticristo como inminente amenaza. El subgénero eclosionaría al heredar el séptimo arte una realidad social que comenzó a tratarse de forma mediática y sin tapujos durante la década de los 60, ante la proliferación de un gran número de sectas satánicas cuyos extraños rituales y creencias pasaron a formar parte de un importante porcentaje de la opinión pública. El tema no pasaría desapercibido para el cine de género que encontraría en estos hechos un nuevo filón que comenzaría principalmente con La Semilla del Diablo de Roman Polanski y alcanzaría un dulce cénit con la archiconocida El Exorcista de William Friedkin, la máxima expresión en cuanto a calado se refiere de la figura del Diablo en el cine.  Sigue leyendo

«Un verano para matar» (Antonio Isasi-Isasmendi, 1972)

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Publicada originalmente en Cine Maldito.

De Antonio Isasi-Isasmendi se llegó a decir que era el «cineasta de la acción». Este epíteto podría parecer demasiado atrevido en una cinematografía como la española, tan poco dada a la contextualización de un género que desde Estados Unidos hoy vive por y para el artificio, pero en el que el cine de explotación de décadas pasadas era todo un torreón de oficio. De lo que no hay duda a día de hoy es que Antonio Isasi es una figura dedicada de manera tan entera al mundo del cine (director, además de productor y guionista, hasta unos inicios como montador de algunos de sus coetáneos como Ignacio F. Iquino o Joaquín Luis Romero Marchent…), que profesaría un sentido amor por el cine de acción en aquella época que España vivía sumergida en la exquisita maquinaria de la co-producción,  la del cine de explotación más visceral y de las dobles sesiones en los cines de barrio. Infravalorado y poco recordado, el director madrileño afincado en Barcelona supo asumir una inteligente mirada mercantil de hacer exportable un cine nacido débil desde inicio, más aún en una situación social complicada en España como la que a él le toco esquivar durante muchos años.  Sigue leyendo

Double Feature: «Terrified» + «Nightmare in Wax»

 

La figura del loco homicida en el cine grindhouse es el nexo en común de esta Double Feature, en la que se presenta Terrified, uno de los no pretendidos proto-slasher que florecieron en los 60, acompañado a continuación de un film llamado Nightmare in Wax en el que se reincide en ese concepto tan creepy como el que comprende a los museos de cera y sus enigmáticos responsables, con un Cameron Mitchell como rostro perpetuo del cine de explotación de toda índole. Enjoy: 

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FICX54. Géneros Mutantes: «The Neon Demon» (Nicolas Winding Refn, 2016)

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Una joven llega a Los Angeles para probar suerte en el mundo de la moda. Se adentra en el mundillo haciendo sórdidas amistades, al mismo tiempo que la naturalidad de su belleza asombra a algunos de los responsables de la agencia para la que ha hecho diversos castings. Nicolas Winding Refn vuelve a ejecutar un esplendoroso ejercicio visual demostrando un estilismo exacerbado, a la vez que justificado, lo que le sirve para confeccionar una narrativa en la que reincide en su sobre-exposición del color y el sonido, en perfecta concordancia, como principal mecanismo descriptivo. Como una constante en su obra, el danés estiliza la imagen  componiendo planos que exhiben una impresionante riqueza de la imagen, con la construcción de una atmósfera de pérfida luminosidad, arraigada esta en una conjunción visual que propone al espectador un compromiso extra de exprimir un discurso arropado, que no ocultado, por un virtuosismo que acaba por convertir la estridencia en toda una declaración de intenciones; algo, que recordando las anteriores películas de Winding Refn, no debería llevar a la sorpresa, aunque aquí reconduce sus pretensiones en una perfección en su puesta en escena digna tanto del éxtasis como del desconcierto. Sigue leyendo

FICX54. Géneros Mutantes: «Seoul Station» (Yeon Sang-ho, 2016)

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Dentro de un subgénero con unos mecanismos tan establecidos como el cine de los muertos vivientes o infectados, el director de la popular de una de las últimas sensaciones en esta corriente como Train to Busan, el coreano Yeong Sang-ho, pretendió justo antes de aquella el recorrer esos esquemas narrativos con un cambio de forma tan radical como es la animación, formato con el que cosechó buenos resultados de crítica con The Fake (2013). Seoul Station parte en su inicio de establecerse en el lado más suburbial de la ciudad que le da título, para narrar así una epidemia zombie siguiendo los cánones más clásicos del subgénero. Dentro de un estilo de animación tradicional, el director plantea el recorrer muchos de los clichés escénicos de esta  temática, con un ritmo comedido que parece elevarse al mismo tiempo que la película aumenta sus momentos de acción.  Sigue leyendo

FICX 54. Géneros Mutantes: «Melanie. The Girl With All The Gifts» (Colm McCarthy, 2016)

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El afrontar hoy un nuevo proyecto sobre la temática zombie adquiere la peligrosidad de navegar por terrenos ya desgastados, con la correspondiente pérdida de interés que pudiera acarrear en un espectador ya demasiado familiarizado con las naturalidades del mismo. El británico Colm McCarthy parece tener muy presente esto al llevar a su The Girl With All The Gifts por otros derroteros argumentales, en los que el origen de la epidemia zombie surge del origen biológico de unos hongos que esconden el nacimiento de la enfermedad que llega dispuesta a solar al mundo. Basada en una novela homónima de Mike Carey, y entrando de lleno en un futuro distópico, un grupo de científicos investiga sobre las consecuencias de toda una generación de niños afectados por el virus, y las consiguientes particularidades que se efectúan sobre su comportamiento. Sigue leyendo

FICX 54. Géneros Mutantes:»Train to Busan» (Yeon Sang-ho, 2016)

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Cabría analizar el por qué Train to Busan se ha convertido en una de las sensaciones del fantástico de la temporada, cuando su historia pertenece a esa corriente tan desgastada en el último decenio como los muertos vivientes y/o infectados. Podríamos empezar por la fascinación que en sí acarrea la ubicación de la mayor parte de la acción, un enorme convoy de pasajeros con destino a la ciudad de Busan, al mismo tiempo que un mortífero virus se expande por toda Corea del Sur convirtiendo en auténticas bestias sanguinarias a quienes lo contraen. Lógicamente, las férreas instalaciones del ferrocarril sucumbirán a la epidemia, lo que le permite al realizador Yeon Sang-ho establecer todos esos preceptos con los que occidente ha dinamitado la temática zombie; véase, la centralización en un personaje principal sobre el que circundarán variopintos secundarios (Seok Woo, un hombre de negocios en pleno divorcio y acompañado de su hija, convirtiéndose en el héroe de la función), así como multitud de infecciones y ataques crueles y despiadados del cada vez mayor número de infectados (batallas sin cesar cabalgando de vagón en vagón), con toda la multitud de secuencias  tipo ya vistas en otras películas de su estirpe.  Sigue leyendo