En el año 2005 Mick Garris pretendía, en pleno auge de los nuevos seriales de televisión, reunir a muchos de esos considerados «maestros del terror» que en pasadas décadas habían construido imperecederos clásicos del horror y que parecían vivir una sequía artística quizá fruto de un género ya demasiado agotado por las nuevas tendencias narrativas. Stuart Gordon (Re-Animator [1985], Re-Sonator [1986]…) fue uno de los jóvenes realizadores que en los años 80 habían pegado fuerte en el género apoyándose adaptaciones de la obra de H.P. Lovecraft, autor que le obsesionaba tanto a él como a su compañero de fechorías Brian Yuzna. Por ello, la propuesta de Mick Garris consistía en una serie de episodios de escasa hora de duración para conformar así una antología de pequeñas piezas del horror que supondrían comebacks tan esperados como los de John Carpenter, Tobe Hooper, Joe Dante, John Landis o Dario Argento, entre otros. Sigue leyendo