Publicada originalmente en Cine Maldito
Las adaptaciones a imagen real de los manga japoneses suponen un curioso ejercicio a la hora de descubrir las connotaciones fantásticas de algunas cinematografías asiáticas. Cuando el cineasta en cuestión es Takashi Miike, el interés sufre un repunte obligado, al tratarse del director con constantes inmersiones en el cine de género, campo de acción en el que procrear su ya reconocible anarquía por lo visual. En este nuevo proyecto, de título estrambótico y rodado en su mayoría en la mismísima localidad de Sitges, se inicia bajo el prisma de un veterano policía, quien ejecuta a un hombre que parecer haber adquirido extrañas habilidades, para luego meternos en la vida de un adolescente mudado recientemente a una tranquila zona de Japón y donde extraños asesinatos pronto entorpecerán su tranquila adolescencia.