Dossier Nasty: «La casa sperduta nel parco» (Ruggero Deodato, 1980)

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Las rape and revenge movies fueron uno de los subgéneros estrella del cine de explotación de los años 70. La corriente se iniciaría con una majestuosa muestra de crueldad como La última casa a la izquierda (1972), ópera prima de de un profesor de instituto que en aquellos momentos coqueteaba con el cine norteamericano más underground , Wes Craven.  En ella se citaba una premisa que narraba la violación y vejación cometido por un grupo de delincuentes, quizá símbolo del lado más oscuro de la loca sociedad norteamericana de entonces, a dos chicas de clase media-alta que se disponen a ir a un concierto de rock. La suerte y el destino hará que los maníacos acaben buscando alojamiento en la casa de los padres de una de las jóvenes, lo que ocasionará una venganza de gigantescas proporciones. Ante el enorme éxito del film de Craven, aún siendo caldo de cultivo de los circuitos más marginales de la distribución, muchas serían las modestas películas que repetirían esa premisa de violaciones castigadas con actos de violencia aún más cruentos; La casa sperduta nel parco (evitaremos citar el título al español, todo una revelación de su giro final en sí mismo), proveniente de un director que en aquel 1980 causaba tanta fascinación como indignación con Holocausto Caníbal, sería una de las varias respuestas italianas a uno de los subgéneros más viscerales del cine de explotación. Como decimos, el italiano Ruggero Deodato (al que precedía una carrera en la industria italiana que hasta esos momentos le movía por el thriller erótico, unas primeras muestras del cine de caníbales o el poliziesco), está a punto de conseguir una enorme fama alimentada por la polémica mediática suscitada por ese Holocausto Caníbal, el padre de los found footage, que despertaría un morbo de índole mundial al ser vendida por algunos medios como un documental real, debido a las supuestas muertes auténticas de sus protagonistas. Como esa historia merece un apartado a parte, diremos que los productores Franco Di Nuncio y Franco Palaggi le producirían al director italiano sus dos películas de aquel año, dando luz verde al film que nos ocupa con un libreto escrito por los habituales guionistas del cinemabis italiano Gianfranco Clerici y Vicenzo Mannino . Ambos, netamente sorprendidos por la obra de Craven, pretendían repetir su éxito con un film que no sólo ofrecería una premisa muy similar sino que intentarían explotar a un actor que gracias a La última casa  a la izquierda quedaría encasillado para siempre en papeles de psicópata maníaco: David Hess.

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La casa sperduta nel parco  se nutre en su premisa inicial de la idea del violador despiadado (la consecuente venganza que vendrá sobre él será supeditada a un giro final) pero en unos esquemas muy propios del cine italiano. Hess interpreta a Alex, un maníaco que nos es presentado en una icónica escena de apertura ambientada en ese Nueva York sucio, húmedo y mugriento de los 80: Alex es introducido al espectador de la manera más directa posible, violando de manera brutal a una joven (persecución automovilística previa), donde Deodato envuelve la acción bajo unos esquemas visuales que poblarían posteriormente a lo que podía llamarse como el cine urbano de los 80; esto implicará una exposición clara de un clima callejero digno del suburbio, repleto de maleantes y con un aura fatalista que intenta mostrar a la peor calaña de la sociedad y los rincones más temibles de los por entonces cada vez más cosmopolitas núcleos urbanos. vlcsnap-2016-04-26-16h58m50s676Un escenario, sórdido e inmundo (en los títulos iniciales se nos muestra bajo la óptica del propio Alex en su coche), que ambientará una gran parte del cine de acción de los 80, una visión  visualmente aún más opresora del más visceral thriller urbano de lo 70, que Deodato imprime aquí en el acto de presentación de su obra. Pronto descubriremos que Alex tiene un inseparable compinche, Ricky, (Giovanni Lombardo Radice), un retarded con el que parece regentar un taller al que en mitad de la noche llega una pareja en búsqueda de ayuda para los problemas de su coche. Inexplicablemente, los jóvenes, de apariencia burguesa, invitan a Alex y Ricky a la fiesta que se celebra en su lujosa casa, en compañía de sus amigos. Aquí será donde La casa sperduta nel parco llene todo su campo de acción, con un tranquilo guateque nocturno que acabará derivando en un festín de sexo y violencia. La versión más salvaje del dibujo metropolitano de Nueva York es sustituido por una enorme mansión, de apariencia vanguardista y moderna, que será el escenario principal hasta el final del metraje.

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Cabe añadir que, aunque sea evidente que   la película de Deodato se emparente directamente con las rape and revenge movies (formando un claro ejemplo de la respuesta italiana a la corriente) los caminos por los que deriva su película son completamente diferentes, al menos en un nudo de la trama en el que se vislumbran algunas de las obsesiones de su previa filmografía, al menos en la índole erótica. Además, la película juega con un concepto muy presente en anteriores muestras del thriller italiano, como es el choque social entre la clase alta y los bajos fondos, cuando Alex y Ricky sufran en sus propias carnes una clara infravaloración y burla en los primeros momentos de la fiesta. Deodato infunde estética yeye y psicodelia a unos primeros momentos en los que se presenta a una serie de personajes, de estética muy determinada y con alta presencia femenina, algo que los siniestros protagonistas verán casi como un catálogo carne para sus posteriores fechorías.vlcsnap-2016-04-26-16h49m29s552 Y en efecto, el clima de jovialidad se enturbiará hasta que explote el asunto con enorme toque violento y erótico, elementos que Deodato domina y suministra a placer: los delincuentes no evitarán que su ímpetu salte a la luz originando un clima de lujuria y perversión, para asombro de unos anfitriones que minusvaloran a sus abruptos invitados. El concepto de la película parece, si entendemos la entrada de los criminales en la fiesta como una home invasion consentida, como si de una versión expandida de la famosa escena de la violación de La Naranja Mecánica (1971) de Stanley Kubrick se tratase: Alex y Ricky jugarán a su antojo con el séquito de féminas, pondrán en serios apuros a los hombres de la casa y la película se convertirá en una especie de juego de abierta tensión sexual sobre la que cabría mencionar varias peculiaridades que, en campos diferentes, podrían indignar al espectador. Primeramente, cabe mencionar la poca resistencia que algunas de las mujeres ejercen sobre los roles de los violadores (en especial Alex, ya que Ricky se posiciona de manera más neutral en los conflictos), llegando incluso a verse relaciones sexuales perfectamente consentidas.vlcsnap-2016-04-26-16h50m00s013 Por otra parte, y esto ya se ciñe exclusivamente a las intenciones artísticas de la película, es curioso como Deodato lleva el thriller criminal (podría asumirse el film como una extrapolación del cine kinki, fenómeno imperante en aquellos en España, a la cinematografía italiana) a un desmesurado componente erótico. Aunque esta predisposición al erotismo era algo que el director italiano venía dominando en gran parte de su filmografía anterior, y sin que quede como un comentario peyorativo hacia la película, es cierto que este énfasis pueda sorprender en un film de esta categoría.

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Como decíamos, si hay un referente claro, o al menos en la premisa global del film, en La casa sperduta nel parco, es La última casa a la izquierda de Wes Craven, una de esas películas que capitanearon el cine de terror sórdido de los 70 dentro de su amparo por ofrecer un retrato del horror de aspecto realista. Concretamente, ya siendo la contratación de David Hess (catapultado a la fama del cine underground por su sádico papel en el film de Craven) toda una declaración de intenciones, cabe añadir que la confesa intención de los guionistas no era solo emular la idea principal de aquella, sino explotar también el encasillamiento de Hess en este tipo de papeles maníacos y retorcidos. Aunque según la película avance comprobamos como el desarrollo de la historia (salvo su giro final, destripado en la traducción al español de dudoso acierto) quedará mucho más ligado al allanamiento de morada consentido, donde unas situación aparentemente dominada acaba por rebosar en incomodidad para sus participantes. vlcsnap-2016-04-26-16h51m12s966Y es que, el desarrollo estará totalmente apoyado en el personaje de Hess, logrando una connotación pseudo-cómica y bufonesca hacia aquel temible Krug de la película de Craven, acompañándole en sus correrías sexuales con algunas de las mujeres de la fiesta o los inevitables encuentros violentos con los dos hombres presentes. Hess está perfectamente bien secundado por otro intérprete siempre a anexo a papeles de demente como Giovanni Lombardo Radice; ambos se verán exquisitamente sobreactuados aquí, aguantando bien el peso que recae sobre la dupla de villanos (de construcción más profunda que las víctimas, unos ricos planos y estereotipados), y en los que se cimentan los dos ejes que hacen caminar el film: por una parte, el ya mencionado componente sexual, milimetrado por un Deodato ya experto en estas tesituras, que convierten las escenas de sexo en las vicisitudes picarescas propias del cine italiano de la época, gozando el film de un inesperado peso del erotismo. Por otra parte, sobre el la película se desarrolla una tensión construida con cierto decoro, que será obstaculizada por momentos debido a las predilecciones de Deodato por el tono carnal, aunque se descubran varios estallidos de violencia que Hess hace suyos y se gana para sí la película. Impresionante es el momento en el que uno de los hombres, interpretado por Christian Borromeo (visto también en Estigma [1980] de José Ramón Larraz o Ténebre [1982] de Dario Argento) ve  su cara totalmente destrozada contra una mesa, furia de Alex mediante. vlcsnap-2016-04-26-16h51m45s531Cabe añadir a este respecto la dualidad en la tonalidad en algunas de las escenas carnales: aunque en algunos momentos veamos violaciones, que incluso parezcan ser consentidas (muy lejanas en aspecto formal a muchas de las vistas en los tótems de las rape and revenge movies), Deodato también apuesta, en la confirmación de lo peculiar y bizarro mensaje de su película, por escenas de sexo de tierno componente amatorio, como la sucedida entre la inexplicable relación surgida entre Ricky y una de las féminas.

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En esta extraña dupla de hilaridad y tensión, cabe destacar un reparto femenino bajo el que se intenta explotar cierta índole sexual, como Annie Belle (aparecida un año después en la espectacular Absurd [1981] de Joe D´Amato), la exótica Mari Claude Joseph (restacada por Deodato de los extras de Concorde Affaire ´79 [1979]), la experta en cinemabis italiano como Lorraine De Selle (Caníbal Ferox [1981]) o la aparentemente virginal Brigitte Petronio, la Cindy que protagoniza una de las escenas más perversamente eróticas de la película cuando entre por accidente en mitad de la fiesta. El histórico compositor italiano Riz Ortolani, vlcsnap-2016-04-26-16h49m13s476que acompañó a Ruggero Deodato en aquel mismo año con un fantástico score para Holocausto Caníbal, compone para esta banda sonora un tema dulce, frágil y con reminiscencias cuasi infantiles, recurrido en los momentos más cruelmente emotivos como algunas de las violaciones. El score, que alternará con algunas piezas de psicodelia groove que los protagonistas bailarán con pasión en la fiesta, muestra en algunos momentos la misma dicotomía que ocurría en el periplo caníbal de Deodato, donde piezas musicales aparentemente ingenuas revestirán de imprevista emoción algunos de los aspectos más crueles de la temática.

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La British Board of Film Classification no tuvo piedad con La casa sperduta nel parco, que fue rechazada para la obtención de un certificado que permitiera su estreno en el Reino Unido en el año 1981. Dado que su contenido violento no va mucho más allá del expuesto en muchas de las películas italianas adheridas al thriller de terror o criminal, su grave persecución puede ser debida al repetido contenido sexual, no por el mero hecho de mostrar desnudos sin rubor sino más bien por la posible encrucijada moral que los censores británicos pudieran comprender al entenderse como consentidas algunas de las vejaciones que los protagonistas cometen cuando se sobrepasan con las jóvenes. vlcsnap-2016-04-26-16h52m20s386No sería hasta el año 2002 cuando la película finalmente fuese distribuida en el Reino Unido a través de  VIPCO (Video Instant Picture Company), con recortes en su montaje de unos 11 minutos y 43 segundos de duración; estos incluían principalmente eliminación de varias partes de humillación sexual (en especial la vejación sufrida por la joven Cindy), así como los planos de violencia explícita, como en la que el personaje de Christian Borromeo ve su cabeza reventada contra una mesa. Años después la distribuidora Shameless (especialista en la edición dentro del Reino Unido de cinemabis italiano) lanzó una nueva edición en DVD con tan solo 42 segundos de censura, ubicados únicamente en la escena de la joven Cindy. En Estados Unidos o Alemania, la película se encuentra editada totalmente sin cortes. Es ampliamente conocida por su título internacional, The House On The Edge Of Park, referencia directa al clásico de Wes Craven. Otros título que obtendría en su distribución por todo el mundo sería el de Violencia Mortal (México); en España se estrena en Madrid el 18 de diciembre de 1981 bajo un epíteto que ya hemos advertido que es toda una revelación en sí mismo del giro final de su trama: Trampa para un violador.

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Saludos desde el Gabinete, camaradas.

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6 comentarios en “Dossier Nasty: «La casa sperduta nel parco» (Ruggero Deodato, 1980)

    • El film de Craven (gran reseña le has dedicado, por cierto) es todo un tótem en esa predisposición del género de principios de los 70 de imprimir un sello realista y dramática al terror, utilizando esa arma indestructible: la incomodidad. Como dices, además de Deodato, Lado la tomó como referencia para su excepcional «Violación en el último tren de la noche» usurpando con oficio y conocimiento su emotividad hacia el dolor y la crueldad.

      Muchas gracias de nuevo, compañero, por tus impresiones y halagos!

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