Publicado originalmente en Cine Maldito
Llega el final del 2018 y con él el momento de repasar lo mejor que ha dado de sí en lo cinematográfico. Un año que, derivando ya hacia los gustos personales, ha dejado alguna que otra perla en el terror, demostrando (una vez más) el cómo los jóvenes cineastas parecen querer evocar los antiguos efluvios de un género disruptivo, inconformista y de siniestro calado abstracto. Pero, como suele ser habitual en los listados que servidor aporta cada año, piezas de singular terror como han sido en este 2018 Hereditary o The Strangers: Prey at Night (una de las sorpresas del año) se fusionan con exquisitos retratos postmodernistas de un intenso componente fantástico (Mandy, In Fabric), dramas con revestimiento de etiqueta autoral (Roma, Tarde para morir joven), o propuestas venidas de dos festivales indispensables para este que escribe como Gijón (La Favorita) o Sitges (Under The Silver Lake). En el caso de la película de David Robert Mitchell, ha supuesto una de las revoluciones del año: su inteligencia, su idiosincrasia destructiva y sus exquisitas maneras para el noir hiperestilizado han conformado la que seguramente sea una de las mejores películas de los últimos años. Sigue leyendo