En lo puramente cinematográfico, los 70 fueron una época representada ante todo por la transgresión y películas La casa de la colina de paja es una buena muestra de ello. Quizá más conocida por su internacional epíteto Exposé, esta producción netamente británica debe gran parte de su fama a su inclusión en el listado de las «Video Nasties», pero sería injusto quedarse únicamente en lo anecdótico y no hacer referencia a una serie de valores muy dignos de mención, más aún cuando el film tiene una esencia anclada tanto formal como estilísticamente a la ya citada década. Presentado como un thriller inclasificable, con atmósfera retorcida y desarrollo impreciso, la trama se ubica en medio de una densa y exuberante campiña inglesa totalmente aislada donde se encuentra una solitaria casa en medio de la nada que servirá a un paranoico escritor de éxito de una ubicación perfecta para desarrollar su segunda novela, tras una primera obra de inesperado y abrupto éxito. Sigue leyendo
1976
Jack el destripador (Jess Franco, 1976)
Jack el destripador es uno de los productos más interesantes de la etapa suizo-germana de Jess Franco, más que por sus cualidades cinematográficas (innegables, aunque no esté la altura de algunos de los previos trabajos del director malagueño) por la curiosa aproximación al universo del insigne del famoso homicida. Un siempre hipnótico e impenetrable Klaus Kinski se mete en a piel del célebre asesino, cuyo peculiar fisonomía apoya a la hora de mostrar un dibujo ténebre del personaje, auténtico hito de una película que pretende con éxito llevar las peculiaridades que rodean al famoso asesino (aquí denominado como el Doctor Dennis Orloff) a las propias filias escénicas del director aprovechándose para ello de una ambientación perfecta para la historia. Franco sacrifica, en cierta medida, la misteriosa estampa del anonimato del Jack «El destripador» real en favor de un acercamiento del personaje hacia una mentalidad prototípica, muy propia del mad doctor, de otros iconos (contra)culturales como «Dr Jekyll and Mr Hyde», hasta el punto de que el rol acabe formando una extraña mezcolanza de referentes. Sigue leyendo