The Final Girls (íd, Todd Strauss-Schulson, 2015)
Catapultada como una de las cintas más aclamadas en la pasada edición del festival de Sitges, The Final Girls se desarrolla bajo unas claras querencias reivindicadoras hacia uno de los (sub)géneros más adorados y explotados del fantástico como es el slasher. Strauss-Schulson pretende un homenaje, exageradamente auto-confeso aunque a la vez honesto en sus propósitos, en un juego metalingüístico en el que sus protagonistas acabarán siendo los principales partícipes de una ficción que aclimata en una pretendida y confesa exageración las constantes del mencionado (sub)género; esta maniobra retrotrae al espectador al instante a artificios creativos mucho más interesantes como Demons de Lamberto Bava o Angustia de Bigas Luna, aunque aquí la pirueta narrativa se acaba ahogando en las cansinas y gratuitas ganas de provocar el chiste, olvidándose de procrear un homenaje consecuente con el propio slasher y que acabará, de manera lamentable, en un batiburrillo de gags insulsos y olvidables. El rescate de los más manidos tópicos del slasher serán fruto de un conjunto de secuencias que explotan las bromas sin el cinismo y la mordacidad necesarios, cayendo en un tono cómico excesivamente superior a su empaque fantastique.