Alberto Ramos (Vicente Parra), uno de los más prestigiosos fotógrafos de moda de Lisboa, tiene una doble vida profesional: por las noches saca a relucir sus supuestos poderes parapsicológicos en las sesiones espiritistas destinadas para todo aquel que quiera contratar sus habilidades con el más allá. Estrechamente relacionado con las clases altas lisboetas, ofrece sus servicios a cambio de la voluntad, pero un día una de estas sesiones no acaban como él esperaba: el espíritu del difunto marido de la adinerada Margarita Malveira (Norma Kastel), quien recurre a Alberto para entrar en contacto con él, parece poseer con vehemencia al espiritista, hasta el punto de obligarle a un cuidado perenne de su esposa a todos los niveles.
Sigue leyendoAntonio Mayans
Chicks with Guns: «Escuadrón Pantera» (Pierre Chevalier, 1984)
El cine de explotación entró por terrenos muy pantanosos durante la década de los 80, para beneplácito de aquellos que nutrimos nuestra cinefilia en las estanterías más cochambrosas de la sección dedicada al cine de acción. Escuadrón Pantera responde a este tipo de películas, rindiéndose a los encantos del actioner aquí en vertiente femenina, y que suponía en sí misma una muestra del entonces imperante subgéneros de mujeres acción desempeñando una utilización de las armas habitualmente atribuida a los hombres. Esta producción franco-belga-hispana se procrea en 1984 seguramente bajo las intenciones de Sybil Danning de crear un vehículo para su lucimiento. Danning, la voluptuosa y fascinante estrella del culto que en aquellos años ya hacía circular su hermosa figura por el cine de explotación más desenfrenado (había aparecido ya en algunos de los títulos más recordados de su filmografía como Los Siete Magníficos del Espacio [Jimmy T. Murakami, 1980] o El Desafío de Hércules [Luigi Cozzi, 1983], entre otras muchas) seguramente pretendía protagonizar una película donde sacar afuera su portentosa fisonomía y su condición de sub-estrella del cinemabis. Sigue leyendo
Wax (Víctor Matellano, 2014)
Wax es una de esas películas que cuesta criticar. Se hace duro intentar transmitir el gran sentimiento de decepción que asola a una película realizada por alguien que ha demostrado cierto conocimiento del género, pero que acaba desembocando en una nimiedad repleta de frustración. La película de Víctor Matellano cae en un error de órdago, como es ahogarse en sus propios referentes. El director utiliza tanto vacuo esfuerzo en dejar claro todas y cada una de las influencias que parecen formar su imaginería como cineasta que hacen de la película algo vulgar y ordinario, algo que sumerge al film en un fallo imperdonable a estas alturas: la falta de entidad. Sigue leyendo