En una paradisíaca y preciosista localidad costera mediterránea, dos hermanas llamadas Dagmar y Ursulla se alojan en un hotel donde de manera misteriosa e inexplicable comienzan a poducirse una serie de asesinatos. Al mismo tiempo, Ursulla, de personalidad extraña y desequilibrida desde la muerte de su padre, comienza a sufrir extrañas sensaciones mientras se acontecen relaciones de dudoso calado entre varios personajes anexos. Más conocida por su original La sorella di Ursula, estamos ante la primera película de un director de breve calado en el cine italiano, Enzo Milioni, al que más allá de esta se le conocerá por uno de los «Lucio Fulci presenta» que se asomaron por los últimos días del cinemabis transalpino: Luna di sangue (1989).
Giallo parido en pleno ocaso del subgénero, donde se produce la fusión de ciertos efluvios del thriller erótico en boga en aquellos años. Especialmente palpable será cuando la mecánica oleada de asesinatos (columna vertebral de todo giallo que se tercie) pase a un segundo plano, dando Milioni da especial relevancia a las secuencias eróticas (rozando el softporn) y en una disonancia absoluta con la trama principal, echando por tierra el particular romanticismo del thriller amarillo visto en sus primeras muestras. Aún así, hay una premeditada perversión y sordidez en su estética, encomiable por otra parte, aunque no del todo funcional, dejando para la posteridad el arma homicida más estrambótica que posiblemente se haya podido ver en el subgénero. La imaginería «giallesca» será respetada en algunos momentos, así como algunas subdivisiones dramáticas también vistas en aquel momento en Italia (efluvios policíacos, tráfico de drogas…) que lejos de enriquecer su argumento le confiere un tono demasiado discordante. Una película recordada también por la vistosidad de su localización (rodada en Salerno), tanto por lo bonito de los paisajes como por el contrapunto lumínico que choca con las habituales oscuridades de los gialli, aunque siguiendo con su querencia artística parezca elucubrar un erotismo poco agradecido, molestando en la evolución de una serie de homicidios con poca trascendencia argumental. En su planificación el director guardará, por momentos, un sentido formal del plano, recordando incluso algunos de los asesinatos más trascendentales del subgénero. La oscuridad de los interiores, guardados aquí para las connotaciones con el terror (breves y poco acertadas), son un contrapunto interesante a la claridad escénica de los exteriores.
A La sorella di Ursula siempre se la ha asimilado cierta relación con el cine de Jess Franco, imperante en aquella época en su fusión del suspense con lo erótico, y lo cierto es que sí se le puedan encontrar algunas similitudes, más en estética que contenido; las sensualidad mórbida de algunos momentos, con secuencias «picantes» rompiendo la unidad del conjunto, y el aroma kitsch, pueden recordar a las no pocas conexiones de Franco con el thriller. En definitiva, giallo fallido que cae en el error de tomarse demasiado en serio así mismo, con elementos de cierto exotismo aunque con la poca naturalidad y respeto por los mecanismos propios de un subgénero en aquellos años totalmente sumido en la decadencia. Su dupla de actrices principales se salvan con un trabajo más dedicado de lo que la película requería: la francesa Barbara Magnolfi es Ursulla, el personaje central del film, condición que la intérprete solventa con oficio. La actriz, vista en Suspiria (íd, 1977) de Dario Argento y tiempo después en el Infierno en el Amazonas aka Cut and Run (1986) de Ruggero Deodato, sigue en activo, participando en algunas muestras recientes de cine de género italiano como Violent Shit: The Movie (2015) de Luigi Pastore o Blood On Méliès’ Moon (2016) de Luigi Cozzi. Stefania D’Amario es Dagmar, recordada por sus pequeños papeles en Nueva York Bajo el Terror de los Zombies (Lucio Fulci, 1979) y La invasión de los zombies atómicos (Umberto Lenzi, 1980). Del resto del reparto destacar al suizo Mac Porel, visto en dos gialli de Fulci como Angustia de Silencio (1972) o Siete notas en negro (1977). La película se estrena en Italia el 18 de Octubre de 1978, ya en el momento en el que los gialli gozaban, como decimos, de escasa repercusión comercial.
Saludos desde el Gabinete, camaradas.