En la primera parte de este artículo introductorio al Slasher nos habíamos quedado justo en el momento en el que se puede catalogar el estallido comercial de este apasionante subgénero: el estreno en 1978 de La Noche de Halloween, el modesto film de John Carpenter que expondría y ampliaría enormemente las más representativas claves del mismo. Partiendo de una clara influencia como fue el esquema argumental de Navidades Negras de Bob Clark, Carpenter potencia hasta el extremo la utilización de una trama sencilla (un pequeño vecindario que sufrirá los crímenes de un villano) pero que gracias a una serie de conjunciones puramente fílmicas se convertiría en todo un clásico del terror. Asentando los que se considerarían muchos de los patrones básicos del Slasher, que ya venían dándose con anterioridad pero que el cineasta aquí los estandariza (víctimas adolescentes, localización aislada, villano enmascarado…), sumándole una elegante articulación narrativa (ya presentado con el plano secuencia de inicio y su maravilloso uso del formato panorámico), impropia de estas temáticas, y con un reparto que incluía a una vieja estrella de Hollywood como Donald Pleasence y la presentación al mundo de Jamie Lee Curtis, quien sobre ella recae la responsabilidad de establecer las coyunturas de lo que a partir de aquí se empezó a llamar como final girl. Sigue leyendo
Alfred Hitchcock
Dossier Slasher: Introduciendo un género. Máscaras, cuchillos y gritos en la oscuridad… (1)
Si dentro de las abultadas variantes del cine de terror existe una corriente que se haya mantenido con el paso del tiempo, aún teniendo en cuenta diversas decadencias y renovaciones, es el slasher. Con él se cumplen muchos de los patrones que establecen y dan forma a los subgéneros del cine fantástico, como bien pudieran ser unas influencias previas formales, una serie de obras prototípicas que darían pie a unos patrones que luego desarrollarían unos cineastas dando pie a sus tótems, además de la consecución de un movimiento anclado a una época determinada, que provocaría una futura explotación comercial y decaimiento. Aunque entraremos luego en ello, el slasher ha sufrido varios ocasos que no impedirían que fuese eternamente recurrido en los cánones de la serie B, destacando eso sí una explosión comercial que tendría en los años 80 su auténtico culmen. Sigue leyendo
«Perdida» (Gone Girl, David Fincher, 2014)
Se había creado mucha expectación con el último trabajo de David Fincher. Esta tenía una clara extra motivación al encontrarse el director con su género predilecto, aquel que le lanzó a la fama de cabeza con Seven (1995) conformando el enclave narrativo donde ha sabido sacar mucho mejor su potencial, no desdeñando sus otros importantes trabajos para todos sabidos. La trama, aunque dentro de unos elementos quizá demasiado recurridos, se antoja muy interesante: una pareja está a punto de cumplir su quinto aniversario de boda y la mujer desaparece súbitamente de su casa dentro de un escenario que podría dar que pensar hacia a una desaparición en contra de su voluntad. El marido, interpretado por un Ben Affleck quien ya ha circulado con temática similar en su debut como director en Adiós pequeña, adiós (2007), asume rápidamente el protagonismo de una trama que permitirá a Fincher desarrollar unos inquietantes juegos con su peculiar forma de ver, sentir y vestir el género. Gillian Flynn guioniza su propia novela, logrando un libreto sólido y con sus aristas bien cimentadas, dando carta abierta al director a una manipulación interesantísima. Sigue leyendo