Como complemento al artículo dedicado al cine de los hermanos Onetti, baluartes de la nueva ola de reivindicación que viene sufriendo en los últimos años el Giallo, se adjunta a continuación la entrevista que el Reverendo ha tenido el placer de efectuar a Luciano Onetti, director de Sonno Profondo (2013) y Francesca (2015). El Giallo como corriente, las particularidades y coyunturas de su peculiar manera de rescatar el movimiento, las naturalidades pasionales de sus películas o nuevos proyectos se citan en posteriores líneas, agradeciendo de antemano a Luciano la amabilidad y cercanía a la hora de responder a las preguntas.
¿Cuándo y cómo se produjo tu primer contacto con los gialli? He leído que tu afición por el cine de terror viene heredada de la colección de películas en vhs de tu hermano…
Así es Reverendo. Una amplia colección de películas en vhs que solíamos comprar en aquella época cuando los videoclubs cerraban o porque la era del dvd llegaba a la Argentina, y entonces se veían obligados a vender los vhs. Claro que con mi hermano estábamos expectantes de esas ventas y seleccionábamos mas que nada las de terror, aquellas películas que habíamos visto en televisión alguna vez y nos recordaba a nuestra infancia. El Giallo llegó más tarde. Sólo los aficionados que conocían este género, quizás con suerte alguna vez llegaban a ver alguna película de Dario Argento en tv. Era difícil mas que nada porque se proyectaban películas de cine americano.
Mi hermano conocía más de géneros, precisamente el del Giallo. Yo estaba empapado en la música y otras cosas por aquel entonces. Veía películas de distintos géneros pero el Giallo no lo conocía, solo tenía recuerdos muy vagos de cuando era muy pequeño. Imágenes de la película Tenebre (Dario Argento, 1982) se venían a mi mente. Fue entonces cuando regresé a mi ciudad natal, Azul, una localidad en la provincia de Buenos Aires, no muy lejos de la capital. Allí pasábamos horas mirando películas. Fue así como tuve mi primer «contacto giallo» por así decirlo. Rojo Oscuro (Profondo Rosso, Dario Argento, 1975), El pájaro de las plumas de cristal (L’uccello dalle piume di cristallo, Dario Argento, 1970), La tarántula de vientre negro (La tarantola dal ventre nero, Paolo Cavara, 1971), Torso (I corpi presentano tracce di violenza carnale, Sergio Martino, 1973) y Tenebre; en ese mismo orden. Y así fue como se dio el inicio de todo lo que vino después.
Sonno Profondo (2013) me parece todo un ejercicio de vanguardismo, en el que rescatas el contexto y particularidades de los gialli llevándolos al extremo, pero bajo la óptica del punto de vista en primera persona, que enfatiza aún más ese elemento tan propio del Giallo como es el voyeurismo hacia la perversidad y el crimen. ¿Qué razones te llevaron a utilizar esta narrativa? ¿Que el remake de Maniac, dirigido por Frank Khalfoun en 2012, tenga esa misma idea conceptual tuvo algo que ver?
Sinceramente el remake de Maniac no lo había visto, pero sí la versión original muchos años antes. La remake la ví dos años después de haber hecho Sonno Profondo. De hecho la filmé a principios de 2012, era imposible saber de esa re-versión de Maniac. Me enteré de esa película por entrevistas que me habían realizado tiempo después haciéndome referencia a ella. Utilicé la narrativa del Point of view (POV) por varias razones: primero porque quería hacer algo original dentro del género, también lo significaría tanto para el Giallo como para otros géneros; segundo, porque fueron planos de cámara que me llamaron la atención al ver este tipo de películas. No eran planos convencionales que solían usarse en el estilo americano; y tercero, y creo que es el gran motivo, es porque en realidad nunca pensé en hacer una película. Es decir, me había comprado una cámara y me sentía como un niño que debía jugar con ella. Por lo tanto, cada vez que viajaba a algún lugar llevaba conmigo la cámara y así iba captando momentos. Hace poco volví a ver Sonno Profondo; claramente vi tantos errores… Pero claro, si pienso que en realidad no estaba haciendo una película sino un test de entrenamiento, eso me tranquiliza un poco. También me reía al verla por la audacia que reflejaba mi instinto creativo. Muchas escenas de Sonno Profondo fueron hechas en tiempo real, como te decía, solo por tener la cámara conmigo. Como la escena final en el cementerio por ejemplo. El automóvil es de alguien que, creo, nunca se enteró que iba a salir en una película. O la escena del hotel, cuando la mujer mira por la ventana y hay un automóvil «setentoso» de color rojo allí afuera. Ese auto realmente estaba allí, no lo hice poner ahí intencionalmente. Luego hay otras anécdotas mas jugadas, como haberme metido a escondidas y sin permiso, esquivando guardias en un hospital de otra ciudad y ponerme a filmar mientras estaba totalmente prohibido. Te hablo de la escena de Sonno Profondo, si vuelves a verla presta atención a la escena que me refiero del hospital. Y esa característica de filmar por tener la cámara siempre conmigo justamente hace referencia a ese estilo POV que te mencionaba.
Sin embargo, en Francesca (2015), preferiste utilizar una narrativa convencional…
Eso ocurrió por diversas razones. Sin darnos cuenta, Sonno Profondo tuvo gran aceptación en muchísimos festivales de cine internacionales. Fue el momento justo, la época justa, o no se qué que hizo que la película tuviera aceptación, probablemente porque era algo distinto. Es claro que, al igual que a mucha gente le gustó a otra gente por igual no le gustó. Yo sabia que eso iba a suceder. No tiene una narrativa convencional clásica de diálogos, planos normales y música solo de relleno. En Sonno Profondo hay mucha libertad de expresión, tanto en fotografía como la parte que tanto disfruté hacer que era la música. Entonces por esa gran aceptación, debimos seguir jugando. Pero esa vez, intentar crecer un poquito más y animarnos a más, pero claro, sin perder esa manera artesanal de hacer cine. No me había creído cineasta. Jamas iría a perder la humildad y sencillez, porque cuando el ego te consume la mente, te consume la capacidad artística. Entonces con Francesca decidimos hacer una película con narrativa convencional, que pueda ser vista por cualquier persona. Sonno Profondo no era fácil de asimilar…
En Sonno Profondo realizas las labores de hombre orquesta: compones la música, montas, fotografías, escribes el guión, y diriges. ¿Cómo se lleva esta labor multifuncional?
Aclaro que estos labores de hombre orquesta no significa que soy un maldito egocéntrico, todo lo contrario. La verdad es que en Azul no había gente que se dedicara a esas actividades, o al menos en ese momento no conocía a nadie que lo hiciera. Además como te decía anteriormente, no significaba una película para mostrar, era algo personal y yo disfrutaba hacer esas cosas. Sabia mucho de fotografía, sabía editar y sabía hacer música, también sabia dibujar, es por ello que hice uno de los dos pósters de Sonno Profondo. Entonces estaba en mi salsa. Disfrutaba haciéndolo. igualmente creo que si hubiera conocido a alguien que hiciera esos trabajos tampoco hubiera podido afrontar la paga.
Sonno Profondo y Francesca tienen un desafío importante: hacer pasar las originarias localizaciones argentinas como si fuesen la mismísima Italia, bajo lo que lograsteis unos impresionantes resultados de dramatización escénica. ¿Hasta qué punto fue costoso esta ambientación, que hace que parezca en todo momento que estemos trasladados a la mismísima Italia de los 70?
En Sonno Profondo hay diversas locaciones de distintas ciudades. Azul, Tandil, Olavarria y Mar del Plata, todas en la misma provincia de Buenos Aires. Francesca únicamente fue rodada en Azul, salvo algunos planos que quedaron dando vueltas de la anterior película y había descartado en aquel entonces. Argentina tiene locaciones fantásticas. La arquitectura es de estilo europeo por donde mires. Eso favoreció a la hora de ambientar ambas películas en aquella época casi sin modificar nada. Había que aplicar el ingenio. Aprovechar al máximo lo poco que teníamos a nuestro alcance. Y para esto también necesitábamos la colaboración de personas de nuestra ciudad para que nos permita, por ejemplo, filmar en el gran Teatro Español de nuestra ciudad, Azul.
¿Cómo son los rodajes y las labores de postproducción de dos películas de estética y trasfondo conceptual tan marcados como Sonno Profondo y Francesca? Pienso que una de las características más fascinantes de ambas cintas, y que amplían la experiencia, es que estén habladas en italiano…
La postproducción fue muy divertida, pero muy difícil también. Desde el montaje pueden modificarse muchas cosas. Es como dirigir de otra manera la misma película. Me obsesioné mucho buscando el film look. Debía encontrar el color exacto para cada una de ellas. Estuve mas de 6 meses trabajando los colores. Hacer el foley también es una tarea agobiante, lo divertido empieza cuando el cuerpo comienza a armarse y se le va dando vida. Me gusta mucho trabajar el audio y simular el sonido de una época determinada. Que esté hablada en italiano fue un capricho. Queríamos respetar el país donde se le dio origen al género. Aun así, a los italianos les encantaron ambas películas, quizás sus criticas negativas fueron hacia los diálogos. Era obvio. No usamos un italiano nativo. Sabíamos que iba a notarse un acento latinoamericano en los diálogos, al menos quizás para nosotros sonaba bien, pero para ellos no.
Una de mis secuencias favoritas de Francesca es la del teatro y el pianista, que como otros muchos elementos de la película conecta directamente con el cine de Dario Argento. He leído que la escena fue especialmente dura de realizar, y que incluso casi finaliza en tragedia…
Así es, casi finaliza en tragedia. Recuerdo aquel día claramente. Se me había ocurrido hacer un plano cenital. Yo estaba en ese momento a 20 metros de altura, en el techo del teatro, donde hay vigas de madera y donde se sostienen los telones. En el momento que el pianista debía correrse hacia un lado, quien hacia en aquel momento de asesino de guantes rojos volteó la navaja de afeitar hacia el mismo lado, pasándole ésta a pocos centímetros de su cuello. Por suerte o no se qué, no hubo desgracia alguna.
Dos ingredientes genuinamente italianos en Francesca, a diferentes niveles: las botellas de J&B, como elemento decorativo intrínseco a los gialli, y la Divina Comedia de Dante, pilar fundamental de la cultura del país pero que sin embargo ningún giallo, si no me equivoco, ha llevado nunca a sus tramas…
Los J&B son clásicos en el género, es como el acordeón en el tango. No pueden faltar. Algún toque personal debíamos darle a Francesca, mas allá de la narrativa convencional y las botellas J&B. Se nos ocurrió hacer uso de la Divina Comedia, nos pareció que era algo fantástico para aplicar dentro del género Giallo. Además sabíamos que jamás había sido utilizada, ¿raro, no? Como tú dices, siendo un pilar fundamental de la cultura de su país, por eso nos pareció raro. Mas raro es decirte que esta historia de Francesca (en principio llamada El barquero del Río Aqueronte) fue pensada antes que Sonno Profondo, de hecho hay filmaciones de esa posible Francesca, que aún tengo guardadas y quizás algún día muestre. Pero por diversas razones decidimos hacerla en otro momento. Debía yo primero aprender un poco mas de cine.
En mi opinión, vuestra pasión por retrotraer el Giallo va más allá del simple homenaje, llevando al espectador a todo un viaje temporal como si Sonno Profondo o Francesca fuesen película contemporáneas a los gialli que ya todos conocemos. ¿Creéis que por ello vuestras películas están destinadas únicamente a un público concreto?
Totalmente. La idea nunca fue hacer un homenaje. Sonno profondo y Francesca son unas películas mas que pertenecen al género Giallo. A veces no sé como explicarlo, porque todos me hablan de homenajes, tributos y a veces hasta parodia. Pero a veces siento que no llegan a entenderme o quizás yo me expreso mal. Imaginemos lo siguiente: hasta el día de hoy se hacen películas de zombies; es curioso, porque las críticas no dicen que hacen homenaje a las películas de George Romero. Son películas que pertenecen al genero Zombie claramente. Lo mismo con películas de genero found footage. No son homenajes a El Proyecto de la Bruja de Blair (The Blair Witch Project, Daniel Myrick, Eduardo Sánchez, 1999). Tienen sus propias historias pero utilizan los elementos del género. Lo mismo ocurre con nuestra película que está a días de estrenarse, Los Olvidados (What the waters left behind, Luciano Onetti, Nicolás Onetti, 2017). Sin dudas todos dicen: La Matanza de Texas (The Texas Chainsaw Massacre, Tobe Hooper, 1973) versión argentina. Y no es así. Es una película de género slasher. ¿Viernes 13 (Friday the 13th, Sean S. Cunningham, 1980) y La Noche de Halloween (Halloween, John Carpenter, 1978) eran homenajes una de la otra acaso? Claro que no. Era el género. Yo creo que hoy en día como todo está hecho se fijan mas en comparar que aceptar que son películas distintas que pertenecen a una familia, a un género determinado. Lo mismo ocurre con la música. Si uno hace un disco, primero, antes de criticar la obra, la comparan con otras bandas o la resumen en sus titulares como por ejemplo: tal BANDA = Depeche Mode + The Beatles. Yo creo que esa banda es mas que un sumatoria de otras. Tienen sus influencias claramente. si todo está inventado. Distinto era hacer cine o música en los años 50’s, 60’s o 70’s, donde aún nada estaba inventado. Y el género Giallo tiene algo de eso. Es un género especial, un subgénero con elementos difíciles de modificar. Y es por ello que están dirigidas las dos películas a un publico en concreto que quizás conozca mas del género que un publico convencional.
¿Sientes que hay algún giallo de cabecera que te haya influido especialmente como cineasta, o te ves más atraído por todo el cúmulo de naturalidades del movimiento? ¿Cuáles son para ti las películas elementales para entenderlo?
Es muy difícil la pregunta. Cada director del género tiene su estilo. Digamos que las películas de Argento son como mas «comerciales», por así decirlo, porque considero que el Giallo no es comercial. Es como las figurita difícil de un álbum. Quizás para entender de que se trata el Giallo podría mencionar a El pájaro de las plumas de cristal; con esa película se resume todo lo que el Giallo significa.
Te voy a plantear un debate que suelo tener con mis camaradas: ¿El Giallo como movimiento perfectamente encuadrado y cerrado en un país y una época concreta, o por el contrario piensas que ha trascendido hasta convertirse en todo un subgénero y que cualquier cineasta siguiendo sus constantes puede realizar gialli?
Yo creo que el Giallo pertenece a una época, es como el western. Hoy puede hacerse un western, pero claro, el que lo hace tiene que sentirlo verdaderamente y haber entendido exactamente de que se trata para no hacerlo quedar en ridículo ni bastardear dicho género. No está mal experimentar, pero yo no estoy muy de acuerdo con eso. No estoy de acuerdo con las corrientes del neogiallo. Quizás es porque somos de la época dorada del Giallo, de las épocas de los vhs, de lo retro, y subconscientemente rechazamos todo lo neo. No es casual que hoy en día lo retro esta latente en todos lados ¿no?
Los hermanos Onetti llevan ligados, desde el estreno de Sonno Profondo, al Festival de Sitges. ¿Qué tal vuestras visitas al certamen? Desde luego, el marco del festival se antoja idóneo para presentar un tipo de cine como el vuestro, con tantas referencias y filias hacia el cinemabis europeo…
Nuestra mejor experiencia con el cine fue el prestigioso festival de Sitges. ¡Conocer España! Dios mío, qué lugar encantador. Conocí Europa gracias al cine y a dicho festival. Nos han tratado de maravilla. Fue un sueño poder estar allí compartiendo obras que uno aquí, tan lejos, hizo con amor. Creo que ese amor se nota en los films, por eso considero que aunque a veces no haya gustado alguna película nuestra, eso no significa que no nos hayan respetado, finalmente lo que uno respeta es el amor que uno hace por las cosas, la tenacidad, el esfuerzo, la PASIÓN. Esos valores son los que a veces, por más de que uno tenga todo y no tienes eso, terminas no teniendo nada.
En tu faceta musical, las composiciones se fusionan con el ejercicio estilístico que planteas de manera asombrosa, por lo que quería ahorrarme la pregunta, pero no lo puedo evitar. ¿Es posible la colaboración de Goblin o Claudio Simonetti en alguno de tus futuros proyectos?
Eso significaría un logro en mi pequeña carrera musical. He intentado contactarme con Simonetti pero no tuve éxito. Pero claro que me gustaría componer un tema junto a él.
Sergio Martino tenía a su hermano Luciano capitaneando las labores de producción. Tú, Luciano, tienes en tus películas a Nicolás, y ya en Francesca él realiza labores más allá de la producción, colaborando en el guión. ¿Cómo es vuestra relación profesional, en las distintas fases de las películas?
Cuando uno trabaja en equipo siempre hay diferencias, así que imagínate cuanto pueden significar esas diferencias entre hermanos. Somos muy distintos, pero sabemos cual es el mejor camino a la larga. Fusionamos muy bien, pero claro, hemos aprendido con el pasar del tiempo a negociar decisiones. Las tareas de cada uno están bien delimitadas.
Me he permitido la alusión a Martino no solo porque sé que es uno de tus directores de referencia, sino porque he leído que ha visto Francesca y le gusta mucho…
Fue una situación interesante la que vivimos. Del festival de Sitges nos habían comunicado que nuestra pelicula Francesca iba a ser presentada en el Auditori principal de dicho festival. Y no sólo eso, que querían que Sergio Martino la presentase y a su vez iban a otorgarle el premio Time Machine por su trayectoria. Era una idea fantástica. Nos comunicamos con él y le enviamos la película a su domicilio. Un día me contestó haciéndome una pequeña critica de la película y que le había gustado. Puedes ya imaginar mi felicidad, ¿no?
En la década de los 2000 hemos tenido una serie de directores como Eli Roth, Alexandre Aja, Rob Zombie o Ti West, entre otros, que han alimentado de visceralidad el cine de género con unas formas ajenas a la gran industria y donde parezca anteponerse una cualidad de fan a la de la propia labor profesional, consiguiendo productos que dentro de su enorme calidad muestran un enfervorecido sentido por el horror de los años 70 y 80. Pienso que los hermanos Onetti pertenecen a esta una nueva generación cineastas apasionados. ¿Se ve Luciano Onetti jugando en esa liga?
Realmente me gustaría, pero es difícil. Hacer una película con la producción de películas de estos directores que mencionas requiere una cantidad de dinero que aquí en Argentina es difícil de conseguir. y más al ser de género. Aquí en Argentina es posible hacer películas de grandes producciones pero están fuera de estos géneros de terror, digamos. Nuestra película Los Olvidados, por ejemplo, tiene una producción enorme en comparación con Francesca. Es más, casi ni podría compararse. Pudimos hacerla porque ganamos en un concurso de Blood Window organizado por el INCAA (que también ahora hay una sección en el festival de Sitges) y nos otorgaron un subsidio para hacerla realidad. Si no no hubiéramos podido filmar una película con actores reconocidos de Argentina, y cámaras muy profesionales y con un equipo de más de 40 personas. De hecho el guión de Los Olvidados también había sido seleccionado ganador en el Festival de Sitges. Tengo ideas originales para hacer, pero requieren de una producción como tal, permanecerán ahí guardadas hasta tanto a alguien le parezca interesante sumarse al proyecto. Y si no, tomaré mi cámara y saldré a filmar, como sea.
Como antes comentabas, se ha conformado un movimiento dentro del cine de género contemporáneo llamado neogiallo, término surgido por cierta corriente crítica a raíz de la aparición de películas como Amer (Hélène Cattet y Bruno Forzani, 2009), Tulpa – Perdizioni mortali (Federico Zampaglione , 2012), Berberian Sound Studio (Peter Strickland, 2012) o The Editor (Adam Brooks, Matthew Kennedy, 2014), y donde vuestras dos películas están consideradas pilares de esta vertiente. Creo que lo que os distingue del resto de estos cineastas es que asimiláis conceptualmente la regresión al Giallo fuera de la parodia u el simple homenaje, si no que os inmiscuis en el mismo hacia sus entrañas para cimentarlo desde su propio núcleo. ¿Qué opinas de este movimiento, de las películas que lo conforman, y cuanta trascendencia piensas que habéis tenido los hermanos Onetti en él?
Yo creo que esta nueva vertiente han modificado el género real por una cuestión en concreto: adaptarlo al mundo de hoy. Convengamos que si hoy en día estrenaran en cines Rojo Oscuro, tal así como se ve, con una duración de 2 horas probablemente no tenga éxito en los cines. Los jóvenes de hoy se aburrirían. El cine de hoy es más rápido. Y en lo que respecta al género de terror hoy se busca a través de sonidos y efectos producir un miedo que antes quizás se producía por las imágenes. O quizás porque no se veían cosas de terror en aquel entonces. Imagínate en aquella época lo que debe haber sido el estreno de El Exorcista (The Exorcist, William Friedkin, 1973). Aún así hay peliculas neogiallo que no hay llegado a las ventas o a muchos cines comerciales debido a que han elegido el camino artístico. Nuestras películas cumplieron su propósito, que sean proyectadas en cines de todo el mundo y que vean que aquí en Argentina también puede hacerse ese género. Porque el Giallo es tan artístico que transciende fronteras. Siempre digo que el arte no tiene un idioma ni cultura propia, es universal. Una de las últimas películas realizadas en Argentina de género Giallo es Mirada de cristal (Ezequiel Endelman, Leandro Montejano, 2017), tiene una estética hermosa ambientada en los 80s, aún no he podido verla, pero parece realmente hermosa. Un trabajo digno para demostrar lo que se hace aquí en Argentina.
Cineastas como Adrián García Bogliano con Sudor Frío (2010) o Ahí va el diablo (2012), Alejandro Hidalgo con La casa al final de los tiempos (2013), Jorge Michel Grau con Somos lo que hay (2010), Nicolás López con Aftershock (2012) o Guillermo Amoedo con The Stranger (2014), entre otros, parecen fomentar un corriente contemporánea de cine de terror sudamericano, a la que claramente pertenecéis. ¿Crees que de esto ha surgido un movimiento a tener en cuenta y de referencia para el futuro dentro del cine de género?
A mi forma de ver las cosas creo entender que hoy en día las grandes distribuidoras o productoras han puesto sus miradas en latinoamérica para refrescar un poco tanta monotonía de producciones norteamericanas. Latinoamérica está demostrando que puede competir con el cine que antes era inalcanzable para nosotros. El nivel visual cinematográfico se ha igualado en los últimos tiempos. Yo creo que el avance de la tecnología ha ayudado mucho a equipararnos con el resto del mundo.
Ahora estáis inmersos en la distribución de vuestra nueva película, Los Olvidados, una historia de un grupo de jóvenes atrapados por el misterio en un pueblo abandonado, y que al momento de escribir estas líneas ya tiene una importante carrera por festivales como Sitges o el Buenos Aires Rojo Sangre. ¿Qué expectativas tenéis con este nuevo proyecto? ¿Veremos en ella también referencias a los gialli o al cinemabis?
Los Olvidados no tiene referencias del Giallo. Es otro camino que tomamos, aprovechando el subsidio que te contaba anteriormente. Creo que, en principio, el proyecto ganó porque probablemente lo hayan visto como algo mas comercial para luego distribuir o proyectar en los cines. Creo que si hubiéramos enviado al concurso un guión de genero Giallo no hubiéramos obtenido nada. Con Los Olvidados elegimos el género Slasher; un género que también, antes de conocer el género Giallo, amábamos. Películas como La Matanza de Texas, Viernes 13, Las Colinas Tienen Ojos (The Hills Have Eyes, Wes Craven, 1977)… Cumplimos el sueño de hacer una película de este estilo en Argentina, algo jamás imaginado. Por eso podemos decir que Los Olvidados es la primer película de género Slasher en nuestro país, y con el valor agregado de ser actuada por actores de renombre que jamas habían hecho cine de género.
¿Algún futuro proyecto que puedas adelantar? He leído que teníais intención de finalizar una trilogía giallo con una película más con la que acompañar Sonno Profondo y Francesca…
Estoy en pleno montaje de nuestra próxima película de género Giallo llamada Abrakadabra, que dirigí junto a mi hermano. Sólo puedo adelantarte que ésta tiene una producción mayor, casi similar a Los Olvidados, me refiero en cuanto a calidad de imagen y nivel de actuación. Una película que realizamos con un hermoso equipo de trabajo de mi ciudad y con actores de la capital y de Azul también. Y ahora que lo pienso, la trama abarca un tema que creo tampoco se ha usado antes en el genero Giallo, la magia.
Muchísimas gracias Luciano, desde el Gabinete se os desea la mejor de las suertes. Los hermanos Onetti son “de los nuestros”, devotos de un cine apasionado y que difícilmente se puede hacer. Enormemente agradecido de que lo rescatéis.
¡Gracias a vos Reverendo! Siempre feliz de las entrevistas, gracias por tu amabilidad de siempre. Un abrazo gigante desde Argentina y espero que este año estemos nuevamente allí compartiendo del nuevo film.
Saludos desde el Gabinete, camaradas.
*Imágenes cedidas por Luciano Onetti.