La acomodada familia Artigas, ubicada en una lujosa mansión a las afueras del Madrid de los 60, acoge en su seno a Julia, una sobrina del cabeza familiar proveniente de Argentina. El pasado con claroscuros, miseria y cierta decadencia existencial que transmite la joven hace que sea recibida como un miembro más de la familia, con todas las comodidades que la hacen amoldarse al potente tren de vida de su nuevo hogar. A pesar de ser una joven no muy agraciada físicamente y con bastante complejo a sus espaldas, no pone límite a su atracción por Ricardo, uno de los hijos del millonario cabeza familiar del clan Artigas. Pero pronto la prosperidad se empieza a embadurnar de una atmósfera turbia, que ensucia la entonces modélica vida familiar, culminando en una serie de extrañas e inesperadas desgracias y contratiempos…
La Víbora está firmada por Pedro Roger, el pseudónimo que el prolífico Jesús Navarro Carrión utilizaría para la novela romántica, también conocido como Cliff Bradley, Jeff Lassiter o Jess McCarr cuando abordaba otros géneros como el policíaco o el western. En lo que a la literatura popular se refiere trabajó diferentes corrientes, aunque obtendría especial fama en el ámbito romántico; conviene añadir que en su currículum también se encuentra una importante aportación al cinemabis europeo con la escritura de guiones para Spaghetti Westerns como El sabor de la venganza (1964) de Joaquín Luis Romero Marchent, Los rurales de Texas (I due violenti, 1964) de Primo Zeglio o El escuadrón de la muerte (Mutiny at Fort Sharpe, 1966) de Fernando Cerchio, basándose esta en una historia suya, además de abordar otras coyunturas como la aventura en Rebeldes en Canadá (I tre del colorado, 1965) de Amando de Ossorio, colaborando ahí únicamente con diálogos adicionales; repetiría esta función en la obra más célebre de de Ossorio, La noche del terror ciego (1972). En lo relativo al eurowestern, conviene añadir que La venganza de Clark Harrison (1966) de José Luis Madrid está basada en una de sus novelas, al igual que el thriller criminal La noche de la furia (1974) de Carlos Aured.
En La Víbora se encuentran algunas de las características propias de Navarro Carrión en su vertiente romántica: el cariz melodramático en una historia que aborda las seducciones y miserias en la clase aburguesada, con la mira puesta en una trama que, siguiendo los cánones de la época, hace que su romanticismo se caracterice por la vehemente intensidad de los encuentros y respuestas emocionales. Con una longitud algo más abultada de lo habitual en el bolsilibro (286 páginas), esta extensión es aprovechada para efectuar una completa descripción de cada uno de los personajes (tanto de los Artigas, el clan protagonista, como de la ambigua figura del nuevo miembro familiar), que le permite establecer el campo de juego en el que carburar el motor argumental: la vida modélica que progresivamente se cae abajo por extrañas y casuales desgracias personales y sanitarias, haciendo que la familia ponga en entredicho lo acertado de la decisión de adoptar a su nuevo miembro, y se establezca en la historia una variación tonal donde el melodrama tornará en unas texturas más propias del policíaco, género que el autor también demostró dominar con soltura.
Su extensión también queda justificada por la plasmación de esa sobriedad propia de las historias de Navarro Carrión, donde la aguda descripción de cada uno de los personajes intervinientes, así como de algunas escenas de impacto y misterio, no chocan con la diatriba propia del bolsilibro, como es la narración ágil y directa; la ambigüedad conseguida en su personaje principal, la ingenua pero confusa Julia, es vital para mantener el interés en el entramado. Curiosa fusión del melodrama de hálito romántico con misterio, que hacen de la La Víbora una muy estimable aportación al pulp nacional.
Observaciones: Ediciones Cid. 1963.
Saludos desde el Gabinete, camaradas.