Uno de los clásicos de culto incluidos en la la lista de las «Video Nasties» es Campo de concentración nº7. Y es que, a pesar de ser un título no muy conocido, dejando a un lado su calidad, la película fomentaría y hasta en cierto punto inauguraría dos de las vertientes más conocidas del cine de explotación: las women in prison films (WiP films a partir de ahora) y la nazisploitation. Aunque la segunda pueda considerarse una variante consecuente de la primera, ambos subgéneros disponen de suficientes títulos representativos como para separarlos como corrientes. Las WiP films son ese subgénero del cine de explotación en el que una o varias mujeres inocentes son enviadas a instalaciones penitenciarias habitualmente de manera injusta, para sufrir los abusos y vejaciones de un grupo de personas con rango (casi siempre soldados o incluso miembros de una rama de tráfico de prostitutas) obligándolas a realizar trabajos forzados o actividades sexuales. Sigue leyendo
Nasty Movies
Dossier Nasty: «Blood Feast» (Herschell Gordon Lewis, 1963)
Herschell Gordon Lewis es reconocido hoy como «el padrino del gore«, epíteto que ha compartido con el paso de los años con otros directores de tal calibre como el del italiano Lucio Fulci, con cuya Aquella casa al lado del cementerio (1981) inauguramos el repaso formado a estas películas perseguidas por terrenos británicos. En el caso del director norteamericano tendría más trascendencia el apelativo agrandándolo aún más hasta el nivel de ser considerado como el creador del cine gore. Aunque antes de Gordon Lewis ya había tendencias y corrientes que ya presumían de estilismos propios del también llamado splatter (el Grand Guignol francés se postula como principal tótem de influencia, al que imitarían cineastas como D. W. Griffith, Cecil B. DeMille o la propia Hammer), se podría considerar al director de Blood Feast o 2000 Maníacos (1964) como el principal precursor del gore como corriente, apoyándose en un carácter explícito de la violencia y una búsqueda de la incomodidad más transgresora, constituyendo su estilo a lo largo de una filmografía que acabó por catalogarse como la más salvaje ramificación del slapstick (comedia apoyada en situaciones de violencia exagerada, que en el caso de Gordon Lewis se ayudaría de una desorbitada cantidad de grotesca violencia gráfica). Sigue leyendo
Dossier Nasty: «Bahía de Sangre» (Mario Bava, 1971)
Otra de las más populares cintas que entraron dentro de la lista de las «Video Nasties» es Bahía de Sangre, de Mario Bava, cuyo original, Reazione a catena, es mucho más estimulante y esclarecedor. Convendría centrarse en la película no como una pieza más del terror italiano, aquí en unas maneras mucho más cafres y exacerbadas respecto al estado del género en aquel entonces (donde los gialli ya habían dado cuenta de los últimos efluvios del gótico transalpino), sino como fenómeno. Bahía de Sangre de hecho es considerado uno de los gialli más peculiares y singulares de la historia, aquí con la particularidad de provenir del considerado creador de la vertiente. Y es que, en esencia, y bajo el modesto punto de vista de quien esto firma, el film viene a significar algo así como el anti-giallo, ya que rompe de una manera exquisita los elementos compositivos de la corriente pero ofreciendo, de paso, algunas resoluciones que luego mutarían en expropiaciones para el futuro slasher americano. Sigue leyendo
Dossier Nasty: «Aquella casa al lado del cementerio» (Lucio Fulci, 1981)
Inauguramos el repaso a las películas que conforman la lista de las «Video Nasties» con uno de los directores que aportaría más de un título al ya famoso listado de cintas perseguidas. Concretamente, Lucio Fulci, el llamado «padrino del gore» y que tendrá también su Dossier en el Gabinete, aporta al famoso listado británico de vídeos poscritos Nueva York bajo el terror de los zombies (1979), El más allá ,(1981) además de esta Aquella casa al lado del cementerio. No es de extrañar, ya que una de las características que más famoso han hecho a Fulci como realizador de terror (algo que le llegaría en su última etapa, ya que abordó varios géneros, desde el western hasta la comedia, en la explosión del cine popular italiano de los 60 y 70) han sido siempre sus escenas grotescas donde todo podía estar presente, desde hemoglobina en cantidades industriales, gusanos viscosos o arañas carnívoras. La película que hoy nos ocupa es la tercera parte de la trilogía pirata denominada «Las puertas del infierno«, sobrenombre ideado desde el propio fandom con el que se agrupan tres de sus películas más populares: Miedo en la ciudad de los muertos vivientes (1980), El más allá y Aquella casa al lado del cementerio; las tres parecen compartir universo con una atmósfera raruna y perturbadora, centrando su argumento en un terror sobrenatural donde nuestro mundo acaba conectándose, tras una serie de funestos hechos, con otra dimensión oculta, cuasi luciferina y de aspecto altamente malvado. Sigue leyendo
Dossier Nasty: Introducción a las «Video Nasties» (2)
El 1 de Septiembre de 1985 entra en vigor la “Video Recordings Act 1984”, una ley supervisada por la British Board of Film Classification y sugerida por el político conservador Graham Bright en la Cámara de los Comunes de 1983. Esta ley sometería a un duro trámite de clasificación que haría que las calificaciones de las películas fuesen independientes en vídeo y cine. Por lo tanto, era habitual que películas cuyo montaje no sufriría ningún corte en sus pases en cine sí fuesen duramente censuradas para sus ediciones domésticas.Concretamente, cabe mencionar que dos clásicos como Perros de Paja (Straw Dogs,Sam Peckinpah, 1971) o El Exorcista (The Exorcist, William Friedkin, 1973) se exhibirían sin problemas en los cines del Reino Unido pero sin pasar la criba de los órganos censores para sus ediciones de video; por lo tanto, el desenlace sería el obvio: ambas películas serían postergadas y retiradas de los videoclubs durante algunos años. La “Video Recordings Act 1984” prometía además penas durísimas para quienes pretendiesen comercializar en vídeo montajes íntegros de películas censuradas, y se exigía que algunos films lanzados en la fecha anterior de que la ley entrase en vigor fuesen re-clasificados de nuevo.El objetivo era claramente la lucha contra la libre distribución de material que se considerase prohibido, obsceno o poco apropiado.
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Dossier Nasty: Introducción a las «Video Nasties» (1)
Afortunadamente para todo aficionado al cine menos convencional, existe un conjunto de películas sobre las que se cierne un culto y admiración especiales. Esta cada vez más creciente devoción tiene su inicio recién estrenada la década de los 80 cuando cae sobre un nutrido grupo de films el intento de martirio comercial por parte de la British Board of Film Classification, el órgano censor británico que controlaba a primeros de los años ochenta, no sin estrictos miramientos, todo aquello que se estrenase tanto en salas de cine como en el imperante mercado doméstico de los videoclubs. Y es que para hablar de ese nutrido puñado de cintas objeto de persecución, que la National Viewers´ and Listeners´ Association (asociación, también británica, de un grupo de indignados consumidores de imagen y sonido que veían incívico el desmedido contenido de sexo, violencia, blasfemia o conductas como la homosexualidad) apodó con el hoy en día recordado concepto de las “Video Nasties”, es irremediable ubicarse en el principio de la década de los 80 y la ya mencionada eclosión de los videoclubs. Sigue leyendo