Anthony Cuniller es un escritor del que desconocemos su procedencia, aunque cabe señalar que en su bibliografía parece apostar claramente por el pulp de misterio y policíaco como se puede adivinar al leer otros títulos de su obra como Mister Warren descubre al asesino, la sugerente La novia se viste de luto o el bolsilibro que hoy nos ocupa, La muerte viene en clave. Concretamente esta se encuentra dentro de la Colección F.B.I. de la Editorial Andina, con lo que no es difícil adivinar el tipo de trama que nos toparemos en sus desgastadas páginas. En los inicios se asienta una trama proto-spy en el que encontramos a una pareja sumida en una delicada situación: él, Charles, le confiesa a su amada Linda que es un agente secreto del Gobierno de otro país. Con su posterior confesión al FBI encontramos enseguida el protagonismo principal en los agentes William Elton y su partenaire James Hilton, que corresponderán a la pareja de héroes que desmantelarán una curiosa trama de amores y traiciones dentro de una poderosa familia aristocrática.
La evolución dramática se asume principalmente bajo la ágil narración que caracteriza a la literatura pulp, aunque pueda asumirse algo densa en algunos parajes, sobretodo en aquellos en los que el autor se esfuerza en dar dinamismo a la historia pasada que ocasiona todo el conflicto de la trama; es más, los dos últimos capítulos funcionan a modo de epílogo explicativo, aunque la exposición se antoja algo confusa y enmarañada, justo en un momento donde la clave en la que se hace referencia al título parecía ya más o menos resuelta. La obra se edifica en una línea de suspense que encontrará muy sutiles momentos de acción (concretamente el principal se producirá en el capítulo 3, dentro del escenario principal de toda la historia) con algúna víctima inesperada. En el carisma de la pareja de detectives, estableciéndose entre ellos la típica relación de mentor y discípulo, (confirmándose esto cuando nos enteramos que este sería alumno del primero en el pasado) recabará gran parte del interés de la trama, con una figura maligna establecida (el aristócrata Flatching) que irá perdiendo fuerza en detrimento de un oscuro entramado de viejas relaciones que dejará al descubierto una red de espionaje donde cualquier personaje parece esconder parte de su verdad.
Resulta imposible para el que esto escribe comparar La muerte viene en clave con otras obras del autor, ya que esta es la primera historia de Anthony Cuniller que cae por aquí. Aunque se puedan notar ciertas maneras a la hora de infundir misterio, desconfianza y suspicacia para el lector en su visión de cada uno de los personajes, lo cierto es que la historia que paulatinamente se va desenmascarando no logra conseguir impacto, aunque en líneas generales pueda resultar una obra entretenida. No defraudará a los amantes del spy y el policíaco, pero seguramente no estemos ante ninguna obra puntera del pulp perteneciente a dichos géneros.
Observaciones: Editorial Andina. Colección «F.B.I.» nº 195. Edición 1980.