El famoso trío musical Emerson, Lake & Palmer se ha quedado hoy sin el primero de los miembros que le da nombre. Keith Emerson aparecía con un disparo en la cabeza en su domicilio de Santa Monica este pasado 11 de marzo, en un más que probable acto de suicidio como todo hace indicar en el momento de escribir estas líneas. El músico nacería en 1944 en la pequeña localidad británica de Todmorden, sintiendo un precoz interés por la música clásica y el jazz. Pero algo cambiaría para siempre la sensibilidad musical de Keith cuando conoce el sintetizador Moog, el instrumento con el que definiría el teclado del rock progresivo. En este género, del que Emerson sería posteriormente definido como enorme referente, compone junto a Greg Lake (voz, guitarra, bajo) y Carl Palmer (batería y percusiones) la ya citada formación de Emerson, Lake & Palmer. El trío sería abanderado del virtuosismo siempre anexado a esta variante del rock con una colección de temas hechos bajo una enorme complejidad compositiva, con claras referencias a la música clásica y al jazz, siendo considerados en la actualidad como la formación pionera del progresivo. El trío publicaría discos tan elementales para la música contemporánea como Tarkus (1971), Trilogy (1972) o Brain Salad Surgery (1973), además de varios directos y shows conceptuales.
Destacados especialmente por su enorme talento en la ejecución de sus respectivos instrumentos, los miembros de Emerson, Lake & Palmer fueron pronto etiquetados como unos enormes virtuosos aupados además por una teatralidad y escenografía espectaculares que hacían de sus directos experiencias únicas. Dentro de su sonido destaca especialmente el personalísimo estilo salido de las manos de Emerson, cuyas habilidades a las teclas son un emblema en la música moderna. Su aprendizaje musical siendo muy joven estaría anclado a la música clásica europea, coyuntura presente en toda su carrera. El órgano Hammond, elemental en el progresivo y la psicodelia, era uno de sus pilares, permitiéndose además el desarrollar el llamado Moog modular junto al propio inventor del sintetizador, Robert Moog, convirtiéndose además en el primer músico que saldría de gira con tal instrumento (ya había aparecido en grabaciones de The Beatles o The Rolling Stones, pero sin ser ejecutado en directo).
Aunque se podrían destacar también otras agrupaciones de Emerson como The Nice, otra banda de progresivo con la que daría el pistoletazo de salida a su carrera, cabe aquí señalar su participación en el cine, ya que el músico compondría las banda sonoras de varias películas del fantástico italiano como la elemental Inferno (1980) de Dario Argento, Danza Mortal (a.k.a. Murder Rock, 1984) de Lucio Fulci o El engendro del diablo (1989) de Michele Soavi. De su teclado también saldría, ya en Estados Unidos, el score de Hálcones de la noche (1981), el policíaco interpretado por Sylvester Stallone y Rutger Hauer. Quedémonos a modo de homenaje con sus participaciones en el cinemabis europeo, concretamente en su aportación más conocida, Inferno. Emerson nutría de una loquísima y psicodélica composición musical a la segunda parte de «La trilogía de las madres» de Dario Argento, con un tema principal, Mater Tenebrarum, que ya es todo un emblema dentro de la filmografía del director romano.
Hasta siempre, socio.