Toca lamentar la muerte de uno de los rostros del cine de género italiano más reconocibles para el gran público, Bud Spencer, quien junto a su inseparable camarada Terence Hill protagonizó toda una retahíla de comedias de acción que convertirían a la dupla de intérpretes en toda un símbolo para la cultura de toda una generación. Nacido en 1929 en Nápoles como Carlo Pedersoli (cuenta la leyenda que escogió su nombre anglosajón, pseudónimo exigido para vender sus películas al mercado internacional, por su admiración a la cerveza Budweiser y a Spencer Tracy), en su juventud destacaría como un fornido y competitivo nadador que llegaría incluso a participar en diversos Juegos Olímpicos representando a Italia, pasándose incluso a la disciplina de waterpolo. Con un 1,90 de estatura, pronto le entraría el gusanillo de la actuación, lo que le llevaría aparecer en diversas películas como figurante incluyendo clásicos del cine de Hollywood rodados en Italia como Quo Vadis (1951) o Adiós a las armas (1957). Sigue leyendo
Dario Argento
Dossier Slasher: Introduciendo un género. Máscaras, cuchillos y gritos en la oscuridad… (1)
Si dentro de las abultadas variantes del cine de terror existe una corriente que se haya mantenido con el paso del tiempo, aún teniendo en cuenta diversas decadencias y renovaciones, es el slasher. Con él se cumplen muchos de los patrones que establecen y dan forma a los subgéneros del cine fantástico, como bien pudieran ser unas influencias previas formales, una serie de obras prototípicas que darían pie a unos patrones que luego desarrollarían unos cineastas dando pie a sus tótems, además de la consecución de un movimiento anclado a una época determinada, que provocaría una futura explotación comercial y decaimiento. Aunque entraremos luego en ello, el slasher ha sufrido varios ocasos que no impedirían que fuese eternamente recurrido en los cánones de la serie B, destacando eso sí una explosión comercial que tendría en los años 80 su auténtico culmen. Sigue leyendo
Dossier Giallo: «Seis mujeres para el asesino» (Mario Bava, 1964)
Si ya vimos previamente como La muchacha que sabía demasiado (1963) adelantaba a principios de los 60 algunos de los códigos temáticos de lo que posteriormente conoceríamos por giallo, justo un año después, el propio Mario Bava cimentaría de manera más solida muchos de las características clave de este apasionante subgénero, que quedarían postergados como enclaves habituales tanto de la narración como del estilo visual del también llamado thriller italiano de los 70. Filmada ya en color, su puesta en escena se engrandece gracias a la variedad cromática utilizada por el director, quien se aprovecha de sus conocimientos y habilidades visuales (recordemos que Bava, antes de su labor como realizador, ejerció como uno de los más reputados directores de fotografía de la cinematografía italiana) para ofrecer auténticas postales de lo macabro ante una de las principales señas de identidad de la película tanto en su concepto como posterior semilla para los gialli: la perturbadora, estudiada y meticulosa concepción de los asesinatos, con una minuciosidad en su puesta en escena impropia para la época, que dejaba en evidencia el talento innato de Mario Bava para el dibujo del terror. Sigue leyendo
In Memoriam: Keith Emerson (1944-2016)
El famoso trío musical Emerson, Lake & Palmer se ha quedado hoy sin el primero de los miembros que le da nombre. Keith Emerson aparecía con un disparo en la cabeza en su domicilio de Santa Monica este pasado 11 de marzo, en un más que probable acto de suicidio como todo hace indicar en el momento de escribir estas líneas. El músico nacería en 1944 en la pequeña localidad británica de Todmorden, sintiendo un precoz interés por la música clásica y el jazz. Pero algo cambiaría para siempre la sensibilidad musical de Keith cuando conoce el sintetizador Moog, el instrumento con el que definiría el teclado del rock progresivo. En este género, del que Emerson sería posteriormente definido como enorme referente, compone junto a Greg Lake (voz, guitarra, bajo) y Carl Palmer (batería y percusiones) la ya citada formación de Emerson, Lake & Palmer. Sigue leyendo
Dossier Giallo: «La muchacha que sabía demasiado» (Mario Bava, 1963)
Dictaminar el momento en el que eclosiono el Giallo es una tarea realmente complicada, aunque parece claro que su estallido comercial se inició con El pájaro de las plumas de cristal de Dario Argento, que sería también el comienzo de su icónica «Trilogía animal». Aunque encontramos en la década de los 40 algunos ejemplos de thriller italiano, el Giallo como el fenómeno cinematográfico que hoy conocemos comenzaría sus efluvios con La muchacha que sabía demasiado de Mario Bava, ya que en ella se empiezan a contemplar muchas de esas señas de identidad que posteriormente Argento cimentaría como constantes para el subgénero. Y es que, Bava, que aquí se encontraba ante una de sus primeras películas dirigidas en solitario (su pasado como reputado director de fotografía le hizo co-dirigir, la mayoría de las veces por accidente, varios productos previos), parte de una historia ambientada en la turística y luminiscente Roma. Sigue leyendo
Coming Soon: «Blood on Méliès´Moon» (Luigi Cozzi, 2016)
Luigi Cozzi, a.k.a. Lewis Coates, uno de los realizadores más reconocibles y recordados del cine italiano de géneros de las últimas décadas de la época dorada del cinemabis europeo, vuelve a la dirección. Cozzi, popular en la cinematografía transalpina de los 70, se inició como el más prestigioso compañero de fatigas de Dario Argento para posteriormente desarrollar una carrera cinematográfica con títulos tan icónicos como Starcrash (1978) o Contaminación. Alien invade la tierra (1980), junto también a un interesantísimo giallo como L´assassino è costretto ad uccidere ancora (1975) (más conocida por su título norteamericano The Killer Must Kill Again) o una dupla de películas de Hércules, El desafío de Hércules (1983) y Las aventuras de Hércules (1985), con Lou Ferrigno en el papel del mitológico personaje. Tras un largo retiro tras las cámaras después de una modesta pero curiosa pieza de terror como fue Paganini Horror (1989), Cozzi vuelve al largometraje (en su haber cuenta con un par de documentales sobre la figura de su amigo Dario Argento) 27 años después. Sigue leyendo
Dossier Giallo: «Pasos de danza sobre el filo de una navaja» (Maurizio Pradeaux, 1973)
Con la originalmente llamada Passi di danza su una lama di rasoio nos encontramos ante uno de esos típicos émulos del éxito urdido por el Dario Argento de la «Trilogía animal», algo que ya se evidencia desde los primeros minutos de metraje; Kitty (Susan Navarro, a.k.a. Susan Scott) es una joven que de manera involuntaria se ve inmersa en una trama criminal cuando sea testigo de primera mano de un asesinato, el que acontece en una de las ventanas que alcanza a ver por el prismático público de un mirador. Al igual que ocurría con el Sam Dalmas interpretado por Tony Musante en El pájaro de las plumas de cristal, el involuntario acto de la mujer la convertirá en la inesperada protagonista de una trama que presenta una sucesión de asesinatos, todos ellos cometidos por un villano está acicalado con oscuros ropajes y sombrero negro, atuendos prototípicos del villano en el género. Sigue leyendo
Dossier Giallo: Introduciendo un género. Y la muerte vestía de color amarillo…
El giallo, o el plural gialli como manera más refinada de hacerle referencia, nace dentro de una creciente explosión europea de subgéneros, quizá como una de las tendencias que más han marcado el cine popular de décadas pasadas. Pero dentro de la gran amalgama de corrientes en las que fueron derivando ese cine de consumo europeo, donde la industria italiana ejecutó una ampulosa producción derivando del peplum al spaghetti western, pasando por el terror gótico o hasta el cine de aventuras, el giallo suponía una extraña miscelánea entre el thriller policíaco y un suspense sumergido en unas connotaciones de sello honestamente fantastique, que consiguió generar un conjunto de películas con especial ímpetu heterodoxo a su propia corriente hasta el punto de llegar a la manera errada de citar cualquier película italiana de tintes fantásticos como giallo, durante la mayor época de explosión del subgénero en la productiva década de los 70. Sigue leyendo