Recomendando: El Buque Maldito presenta… Sexo Sangriento (Manuel Esteba, 1981)

Sexo sangriento DVD

El Buque Maldito, el infatigable fanzine orquestado por Diego López, presenta dentro de su línea editorial dedicada a la publicación en DVD de cine denostado, oscuro y de culto, una edición en dicho formato de un clásico del cinemabis hispánico de la década de los 80: Sexo Sangriento, obra de Manuel Esteba, que bajo la clasificación ‘S’ origina una propuesta que mezcla el terror y el erótico postulándose con los años como una rara avis, además de pieza angular de aquella underground y espontánea tradición catalana hacia el terror originada al calor del cambio de década entre los años 70 y 80, justo el momento en el que entraba en  decadencia aquella época ampulosa para el fantastique nacional popularmente conocida como fantaterror.  Sigue leyendo

Capitán América (Albert Pyun, 1990)

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(Colaboración de Miguel Ángel Muñiz)

Hay películas que ya están malditas incluso antes de que se filme un solo plano. El caso de Capitán América entraría por derecho propio en esta categoría. No es desde luego el caso más famoso de película “mutilada” en todas sus fases, pero sí una de las que pueden resultar más interesantes, habida cuenta del lugar que Marvel ocupa hoy día dentro de la industria de Hollywood. No se puede olvidar que en el año 1989, cuando se realizó esta obra del menospreciado Albert Pyun, tan solo DC había logrado cosechar gran éxito en el cine con las dos primeras entregas de la saga de Superman iniciada en 1978 por Richard Donner. Los mandamases de Warner Bros, propietaria de DC Comics, aún estaban contando los dólares que llevaba recaudados el Batman (1989) de Tim Burton y, por otra parte, el anterior intento de llevar a la gran pantalla a un personaje original de Marvel, Howard el pato, en 1986, se había saldado con un estrepitoso fracaso; este caso fue aun más sangrante teniendo en cuenta de que se trataba de una gran producción bajo el sello de George Lucas. Sigue leyendo

Dossier Nasty: «No miréis en el sótano» (S. F. Brownrigg, 1973)

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Con esta película nos encontramos con uno de esos casos en los que su recuerdo entre el aficionado sigue aún vigente principalmente por pertenecer a la lista de las «Video Nasties«, aunque tenga ciertos valores para considerarla una película de género bastante interesante dentro de su estampa de film vesánico. No miréis en el sótano es hija directa de esos vigorosos años en los que el cine de terror de bajísimo presupuesto estadounidense se nutría de visceralidad, donde una oleada de jóvenes directores afrontaban una mirada al terror de manera mucho más enérgica y vital hacia los nuevos cánones. Si se incluye directamente esta película en esa oleada es debido principalmente a sus precarios medios, capitaneado por un ínfimo presupuesto de 100.000 dólares, pero que sin embargo parecía emular un tipo de terror trastornado bajo las precarias formas de la Serie B de la época. Si hay una película que resume a la perfección esa torbellino de frescura es La Matanza de Texasestrenada en 1974 como un clásico instantáneo, con la que No miréis en el sótano comparte ciertas pretensiones y procedimientos que las hacen jugar en una liga muy similar, aunque claro está que su aportación al terror es bastante desemejante. Sigue leyendo

Schizofrenia di un attore (Franco Garofalo, 2002)

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Con Schizofrenia di un attore nos encontramos ante un proyecto enteramente impulsado por el protagonista de esta semana en el Gabinete, Franco Garofalo. El film es un mediometraje de 35 minutos, rodado apenas sin medios, y en el que Garofalo oficia de auténtico hombre orquesta: dirige, produce, escribe y protagoniza. Aunque estamos ante un producto underground y muy desconocido, ha obtenido una gran admiración y respeto entre el reducido público y crítica que ha conseguido visionarlo. Para hablar de su origen hemos de situarnos a principios de los 80 cuando Franco se ve obligado  a interrumpir su carrera interpretativa de manera repentina, debido a una serie de problemas personales.
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Terror en el convento (Bruno Mattei, 1981)

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Terror en el convento es la tercera y última colaboración de Franco Garofalo con Bruno Mattei, quien aquí se encontraba con otra muestra más de su aportación a la llamada nunsploitation, esa vertiente del cine de explotación en el que la figura inocente, limpia y cristalina de las monjas es revertida de los componentes más grotescos del cine de género con tramas concernientes al sexo, la violencia o incluso la posesión diabólica, como es el caso del film que nos ocupa.  Aquí Mattei (acreditado como Stefan Oblowsky) lleva esto al extremo, en una historia ambientada en un convento donde todas su feligresas irán apareciendo asesinadas bajo unas muy misteriosas circunstancias. Con la intención de esclarecer los hechos, al lugar llegara un joven sacerdote (Carlo de Mejo) que investigará todos los extraños sucesos que parecen atemorizar a las monjas del aparentemente tranquilo monasterio. Sigue leyendo

Apocalipsis Caníbal (Bruno Mattei, 1980)

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Dentro de la cinematografía de explotación italiana el subgénero de los muertos vivientes captó toda la atención de numerosos cineastas tras el estreno del Zombie (1978) de George A. Romero, que para más inri tenía a Dario Argento como productor, quien supo como nadie vender la película en Europa. Tras una primera respuesta de claros tintes de imitacióm como Nueva York bajo el terror de los zombies, (a.k.a. Zombie 2, en su intento de venderse como falsa secuela, que además supuso la entrada por la puerta gran de Lucio Fulci al euro-splatter), Bruno Mattei, auténtico capo de la imitación trash de lo foránea, dirige Apocalipsis Caníbal, co-producción hispano-italiana que supone para el cinemabis uno de los más apasionantes ejercicios de explotación del muerto viviente. Sigue leyendo

Lucifer: El ángel maldito (Elo Pannacciò, 1975)

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Dentro de las muchas variantes que adquirió la cinematografía de explotación italiana, a mediados de los 70 se originaría una retahíla de películas que intentarían emular el éxito de El Exorcista (1973), la película de William Friedkin que originaría que en el cine de terror comenzasen a surgir recurrentes incisiones en tramas de corte satánico o luciferino. En Italia esta corriente de émulos tendría a El Antricristo (1974) de Alberto de Martino como uno de sus principales títulos, que entre otros estaría acompañado por esta  Lucifer: El ángel maldito (libre traducción del original Un urlo dalle tenebre), segunda incursión de Angelo Pannacciò en el cine de terror tras Il sesso della strega y que en algunos copias vendría firmada por uno de sus pseudónimos anglosajones, Frank C. Lucas. Según IMDb la película estaría co-dirigida junto a Franco Lo Cascio, que como Pannacciò luego se convertiría en un efusivo director de cine porno. Sigue leyendo

Il sesso della strega (Elo Pannacciò, 1973)

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Elo Pannacciò está considerado como uno de las más extravagantes directores de la Italia de la cinematografía de géneros, que coqueteó con diversas vertientes como el Spaghetti Western o el terror, hasta pasarse a la incombustible industria del porno en la década de los 80. Il sesso della strega es su primer flirteo con el cine del horror, aunque su narración, en la que varios de los personajes caerán víctimas de las garras de un misterioso asesinado, esté intrínsecamente ligada a esa corriente que imperó en aquel entonces por el país transalpino como es el giallo. La trama del film se compondrá de cierto surrealismo resultando algo confusa, iniciándose con el patriarca de una aristocrática familia que en su lecho de muerte reúne a todos sus familiares para proceder a la lectura del testamento, aunque nosotros lo escucharemos con la voz en off del anciano; se estipula que la herencia ha de ser dividida a partes iguales entre todos los familiares, con la particularidad de que si alguno fallece antes de tiempo, la parte de este también ha de ser dividida. Sigue leyendo

Rostros de culto: Franco Garofalo

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El Reverendo tiene el placer de inaugurar sección en el Gabinete, con la que se pretende dar reivindicación a una serie de intérpretes que, de una u otra manera, suponen hoy en día todo un peso característico para nuestro adorado cinemabis. El objetivo será rendir respeto y admiración a algunos de esos rostros memorables que poblaron las pantallas de los cines de barrio, las dobles sesiones, o las contraportadas de muchas antiguas ediciones en VHS de todo tipo de géneros. Profesionales que han vivido diferentes etapas de la explosión del cine de consumo popular más transgresor de décadas pasadas, y que hoy en día son memoria viva de aquella industria añorada, participando en un cine desvergonzado y visceral que bajo los estamentos del bajo presupuesto originaba mecanismos de producción con apasionantes y oficiosas ínfulas artísticas, siempre dentro de una naturalidad autoral que hacen que hoy muchas de esas propuestas sean disfrutadas con enorme encanto. Por lo tanto, y como primera entrega de la sección, esta semana el Gabinete estará dedicado exclusivamente a uno de esos rostros inolvidables, el actor italiano Franco Garofalo. Sigue leyendo

Dossier Nasty: «The Ghastly Ones» (Andy Milligan, 1968)

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Filmada en 16 mm y casi en su totalidad con cámara en mano, The Ghastly Ones vive hoy en el recuerdo por suponer la primera película  de terror del incombustible e indescriptible realizador Andy Milligan, un cineasta todoterreno (además de dirigir también se encargaba de manera habitual de la fotografía, montaje y guión de sus films) con unos orígenes que se anclan a una notable experiencia en teatro hasta que a mediados de los 60 comienza a coquetear con el cine underground de temperamento amateur. Así inicia en aquella década un círculo de películas que recorrieron sin rubor los caminos del cine de explotación más marginal y en su vena más transgresora, en unas altas dosis de violencia bajo el sentido naif y premeditadamente humorístico que en aquellos momentos reinaba en el cine bis más desenfrenado gracias en gran parte a la jocosidad con la que Herschell Gordon Lewis parecería eclosionar el splatter, con sus efectos gore de medios artesanales y deliberada sobreexposición. Sigue leyendo

La noche de la ira (Javier Elorrieta, 1985)

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La segunda película del singular director español Javier Elorrieta (recordado por el drama urbano La larga noche de los bastones blancos [1979], la taurina Sangre y Arena [1989] o la comedia Los gusanos no llevan bufanda [1991]) viene a ser como una versión hiperbólica y expandida del siempre citado clásico El malvado Zaroff (1932), con la cacería humana como motor narrativo de una historia que parece sacar a relucir los más oscuros instintos del ser humano. La noche de la ira lleva esto al terreno rural puramente hispánico, con generosas dosis del reverso más sórdido del terror campestre americano de los 70, que proponía en bastantes ocasiones el choque del urbanita contra los férreos y primitivas cotidianidades de la salvaje vida en el campo. En un pequeño pueblo castellano por determinar, ejemplarmente fotografiado para mostrar una arquitectura de lo agreste, llega un nuevo médico que ha sufrido una reciente crisis sentimental. Sigue leyendo

Una secretaria para matar (Douglas Fithian, 1974)

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Bajo una co-producción entre Gran Bretaña, España, Francia y Alemania se esconde este thriller protagonizado por la entonces emergente Lee Remick (aún faltaban un par de años para su papel más recordado, el de La Profecía [1976]), quien interpreta a una pretendida secretaria en una trama que aborda el siempre espinoso trama del espionaje industrial. Eleanor (Remick) descubre por accidente los malos actos de esta coyuntura empresarial que le costará sufrir una persecución que pretenda acabar por su vida. Un thriller funcional, donde se distinguen dos primeros tercios que se sumergen dentro de una historia que aborda de manera coyuntural toda la temática de la vigilancia empresarial, una parte del film que pudiera resultar algo tediosa y densa, más cuando aún el principal reclamo de la película pueda ser la persecución sufrida por la protagonista. Sigue leyendo